PUESTA EN ESCENA DE LA DERROTA
Los personajes
Tradicionalmente, el cine bélico ha mostrado a los soldados alemanes desde una perspectiva maniquea en la que únicamente se limitaban a ser los malos y sólo la película Cross of Iron (Cruz de Hierro, 1978), de Sam Peckinpah, hizo una lectura acorde con los hechos y planteó las diferentes actitudes que se dieron en el seno de la Wehrmacht: el nazi fanático, el recluta novato cargado de propaganda, el soldado crítico al sistema político nacionalsocialista, y desde luego la importante diferenciación entre el Partido y los miembros del Ejército.
En las películas objeto de este estudio se efectúa una relectura –que no una justificación– de los hechos acerca del militar alemán y su papel en la contienda. De tal manera se pueden identificar los diferentes caracteres:
La figura de los oficiales que aparecen en estos films es variada. Así, en Die Brücke la oficialidad, representada por el coronel, se presenta como despiadada, limitándose a mandar a la muerte a los soldados.
En Das Boot, se presenta a un comandante de submarinos preocupado en todo momento por su tripulación, se limita a cumplir con su trabajo y que llega a cuestionar el papel del Führer, algo que también hace otro de los veteranos –Thompsen– cuando en plena celebración por su nueva condecoración efectúa un brindis por “el abstemio Führer, que cambió su carrera de pintor menor por la de carnicero mayor”. Este aspecto crítico hacia la figura de Hitler le lleva a tratar de reeducar a uno de sus suboficiales que tiene la mente saturada por la propaganda nazi. Lejos de sus homólogos cinematográficos estadounidenses, el comandante es capaz de cometer los más terribles errores –por ejemplo la travesía en superficie por el Estrecho de Gibraltar– que pone en peligro la integridad de la nave y la vida de su tripulación. En todo momento, Petersen transmite la importancia de esta figura capital para la vida a bordo de la nave. Su preponderancia es tal que le basta una mirada para tranquilizar al jefe mecánico que está en plena crisis nerviosa. No resulta, pues, desmedida la secuencia final en la cual el hundimiento del submarino y la muerte del comandante van unidas como acciones paralelas.
Como contrapartida al comandante, Petersen perfila cuidadosamente el carácter del oficial de municiones, recién llegado de México y representante de aquellas clases acomodadas que apoyaron incondicionalmente al régimen nazi. A lo largo de todo el film destaca la confrontación de casi toda la tripulación con el citado oficial que encarna al prototipo de mando saturado de propaganda nazi.