Respecto
de la narración, Juan Manuel... se inicia con un gran
flash-back del protagonista, que en la cumbre de su poder pasa
revista al pasado, evocando primero sus días en el campo, oportunidad
que el realizador y el guionista aprovechan para describir el carácter
del caudillo. La situación lo presenta quebrando las reglas de
la estancia, reglas que él mismo ha instaurado. El patrón
infringe su propia ley al salir el día domingo al campo con un
arma blanca; uno de sus gauchos le señala el error y Rosas se
hace azotar para "predicar con su ejemplo". Aquí se
valoran la rectitud y dureza del caudillo que exige el cumplimiento
de las normas, aun a pesar suyo. La anécdota plasma la idea de
que para el Restaurador "todos son iguales ante la ley". En
esta escena se condensa13
todo el imaginario rosista en relación al orden social, centrado
en el respeto por la autoridad, la propiedad y el comercio. En este
sentido, Rosas hará grandes esfuerzos para "restaurar las
leyes", instruyendo, supervisando y controlando el accionar de
los jueces. "Restaurar la actividad en los sitios productivos,
la estancia, el saladero, el matadero, e imponer a los habitantes de
la provincia la obediencia a las leyes, disminuir la criminalidad en
tanto esta afectaba la seguridad de la propiedad y de la vida..."14.
Hacer visibles los castigos fue sin duda un elemento importante de la
"paz rosista".
Las
líneas que definen al protagonista son las de un personaje plano,
casi de bronce, con muy pocos matices: un hombre duro, impiadoso ante
el enemigo, que no presenta ningún rasgo de debilidad y sostenido
por un entorno familiar (mujer e hija) que lo admira e impulsa a cobrar
protagonismo. Respecto de la construcción de Encarnación
Ezcurra, su esposa, se la muestra igualmente dura; es una mujer sin
miedo, con claras ideas políticas, y fiel compañera. En
el recorte que enfatiza esos aspectos, se omite mostrarla en la faz
pública, donde tuvo un indiscutido liderazgo conduciendo la "mazorca"15.
El filme la quiere "detrás" del gran hombre, un clásico
lugar de mujer de su casa, ocultando su costado más activo y
violento.