El thriller ha sido siempre uno de los géneros predilectos del realizador estadounidense Martin Scorsese. Películas como Malas calles (1973), Taxi Driver (1976) o Uno de los nuestros (1990) ofrecen un fiel testimonio del personalísimo estilo cinematográfico de este autor, que suele combinar dos tipos de discurso muy interrelacionados: uno religioso acerca del ascenso y la caída de un personaje o una colectividad (con su consecuente sentido cristiano de la redención), y otro ético en torno a la ambigüedad moral que conlleva la conducta humana. Ambos son rasgos que han caracterizado su obra a lo largo de más de treinta años.
Basados habitualmente en guiones propios o escritos en colaboración con el cineasta calvinista Paul Schrader, los films de Scorsese han evidenciado una preocupación hacia el comportamiento social del individuo a través de la educación católica del director. Dentro de esta línea cabe enmarcar su última cinta Infiltrados (2006), a pesar de que el origen y las particularidades del proyecto no respondan plenamente al espíritu de sus obras mayores.
El argumento de The Departed está extraído de un thriller policiaco rodado en Hong Kong y titulado Infernal Affairs (2002). El guionista William Monahan (El reino de los cielos) fue el encargado de redactar la versión americana del guión, trasladando la acción a los ambientes irlandeses de Boston. Éste es, a primera vista, el cambio más relevante que Martin Scorsese ha introducido respecto a los clanes mafiosos italianos de películas anteriores en su filmografía (como, por ejemplo, Casino o la antes mencionada Uno de los nuestros). No obstante, el autor de El cabo del miedo (1991) ha justificado los intereses que le han llevado nuevamente al terreno de los remakes y a la filmación de un guión ajeno, con las siguientes palabras:
El mundo que William Monahan ha creado es totalmente distinto al de la película de Hong Kong. Cuando recibí el guión me llevó un buen rato leerlo porque, de modo automático, empecé a visualizar la acción y a meterme en la naturaleza de la historia y de los personajes. Una de las cosas que me chocó fue que la descripción de los distintos tipos y sus actitudes hacia el medio en el que viven fuera tan intransigente. Eso es lo que de verdad me interesó para dirigir la película.