El cine espiritual todavía sigue teniendo un lugar en el confuso y ambiguo mundo de Hollywood. Esta vez de la mano de Paul Haggis que tiene un largo recorrido como guionista televisivo (Vacaciones en el mar , La ley de Los Ángeles , Treinta y tantos …) y una fama consolidada en el largometraje, como autor del libreto de Million Dollar Baby . Esta vez nos sorprende con una película atrayente que contiene una propuesta profunda y trascendente aunque, en ocasiones, demasiado explícita para dejar territorio de elección al espectador.
El interés de la cinta estriba en la presentación del misterio de la gracia, la compañía misteriosa del Dios que nos transforma. Aunque, en primera instancia, trata de mostrar la imposibilidad de las relaciones humanas sumergidas en la tensión de la gran ciudad. El racismo, la violencia y la dificultad de la supervivencia marcan el argumento.
La narración nos muestra es estado de colisión ( Crash ) en que viven los personajes: dos ladrones de coches con pretensiones sociales, la irascible mujer del fiscal con ambiciones, el policía racista que cuida a su padre enfermo y su joven e idealista compañero que no acepta sus métodos, el tendero paquistaní al borde de la desesperación o el director de TV en pleno éxito y a la vez perdido. Todos sobreviven levantando las alambradas. Al borde del enfrentamiento nos indican, cada uno en su peculiaridad, las causas de su debilidad, de sus silencios, de su desolación.