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1. Introducción

Este artículo no pretende analizar todos y cada uno de los valores de la sociedad norteamericana, sino que, a través de la elección de cinco filmes representativos, pretende acercarse a ese "contraanálisis" de la sociedad definido por Marc Ferro 1. Es decir, al margen de filmes de aventuras, de adaptaciones de cómic o de alardes pirotécnicos, ¿en qué grado el cine nos acerca a las preocupaciones de la sociedad norteamericana? La elección del film A propósito de Schmidt viene dada por la idea de que en él, lejos de tratarse de una comedia para el lucimiento del polifacético Jack Nicholson (como parecía reflejar su thriller televisivo), aborda la cuestión de la existencia tras la jubilación y las relaciones familiares. En el film Condenado, basado en un hecho real, se aborda por el mismo motivo la crisis de la familia media norteamericana y, a su vez, un mundo, Long Beach, en donde se han quedado atrás los dorados años de la prosperidad de los 50-60, sumergido en las drogas y la violencia. Bowlling for Columbine observa, desde la perspectiva documental, cómo es posible que una sociedad que alardea de su grado de libertad, envuelta en muchas cruzadas en todo el mundo, tiene el más alto índice de muertes por arma de fuego de cualquier país democrático. Su idiosincrasia permite abordar esa otra cara de una sociedad que acaba por desvelar, también, sus aspectos más crudos. De ahí que Elephant de Gus Van Sant, junto a Thirteen de Catherine Hardwicke, acaben abordando una radiografía de los aspectos que retratan la juventud norteamericana, cerrando ese círculo vital (de la madurez a la adolescencia) que resume brevemente esta secuencia humana y, a la vez, señala un diagnóstico de la misma.

Tales filmes, en mayor o menor grado, con mayor o menor acierto, desbordan ese "sueño americano" desde diferentes aspectos y puntos de vista, lo que pone en evidencia la suma importancia que se observa en la industria cinematográfica a la hora de reflejar cuestiones sociales, bien desde el cine de ficción, desde el cine inspirado en hechos reales, o desde el documental 2. Cuatro de los cinco filmes que se estudian en este artículo se inspiran en hechos reales, lo que evidencia, por tanto, esa íntima conexión que existe entre la realidad y la aspiración social de las propuestas cinematográficas.

 

2. La jubilación del sueño americano: A PROPÓSITO DE SCHMIDT

¿Qué es del sueño americano cuando a uno le toca la hora de jubilarse? El film intenta responder a una pregunta tan peliaguda como ésta a través de un carismático intérprete como es Jack Nicholson, embutido en el papel de un vendedor de seguros, Warren Schmidt, que aparentemente ha triunfado en la vida, pero al que su jubilación entraña un punto de encrucijada existencial. Disfruta de su apacible casa familiar de dos plantas con su jardín, su coche y una autocaravana; una mujer, Helen (June Squibb), que le cuida y mantiene en perfecto orden ese escenario doméstico, y una hija, Jeannie (Hope Davis), que en la ensoñación del personaje también cree que ha sabido triunfar en la vida, aunque ahora se encuentra lejos del hogar, prometida a un vendedor de colchones de agua, Randall (Dermot Mulroney). Un personaje estrafalario que quiere triunfar con la típica estafa de los sistemas de venta piramidal.

 

La existencia de Warren se transforma cuando se jubila, puesto que ha pasado de ser vicepresidente de una pujante empresa de seguros a un simple hombre que no sabe qué hacer con su tiempo. Nadie le necesita. Pronto descubre que las promesas que le hicieron en su cena de despedida, de que le llamarían para resolver cualquier asunto, eran vanas. Hasta su propia mujer, Helen, le parece una extraña cuando duermen juntos. Pero el aldabonazo definitivo viene dado poco después con la muerte de su mujer, que le deja definitivamente solo.

Curiosamente, a través de un anuncio televisivo apadrina a un niño tanzano, a quien cuenta sus alegrías y frustraciones por carta, logrando así canalizar todos sus sueños malogrados y la certeza de una realidad que le resulta apenas comprensible: "Schimdt expurga su mal humor y su frustración por el hecho de haber sido substituido en el trabajo por un jovenzuelo sin ideas ni conocimientos, pero poco a poco se convierten en francas confesiones de los sueños, ideales, frustraciones, malos humores, fracasos y pequeños anhelos que han jalonado, y dan vida aún, a su existencia" 3.

Durante el funeral de la madre nos da tiempo a conocer a su futuro yerno, y reconocer el amor que siente por su hija. Claro que no todo es tan sencillo como reducir los sentimientos familiares al amor paternofilial, sino a esos otros componentes en los que se revela que padre e hija son dos auténticos desconocidos. Warren fabula acerca de su hija, de la niña que se fue y que no entiende que sea ya una mujer independiente. Cuando Warren se queda solo hay una ostensible transformación del hogar. Warren ha vivido ajeno a las preocupaciones de las labores domésticas, por lo que deja la casa manga por hombro, va al supermercado y arrambla con toda la comida precocinada que puede encontrar.

Finalmente, decide ir a visitar a su hija viajando a través del país en su caravana, ya que desea pasar más tiempo con ella, dicho con otras palabras, llenar su mundo vacío tras la ausencia de su mujer y tras haber puesto punto y final a su trabajo. Warren encarna en este sentido a un ser sencillo, descolocado en una sociedad de la que ha quedado al margen. Cuando llama a su hija desde una gasolinera, descubre que no tiene tantos deseos de verle como él a ella, y por eso la disculpa ante Ndugu, su válvula de escape emotivo, aduciendo que está muy ocupada. Entonces, toma la decisión de regresar a los lugares de su infancia y juventud en la autocaravana. Se encuentra con que en el solar de la casa donde nació se levanta un concesionario de venta de neumáticos, y cuando visita su universidad no hay manera de reconocer el lugar; han pasado demasiados años desde que se graduó. Sin olvidar que descubre por unas cartas que su Helen tuvo una aventura amorosa con su mejor amigo, unos veinte años atrás.

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NOTAS Y REFERENCIAS

1.FERRO, Marc, Historia contemporánea y cine , 1995, Ariel Historia, Barcelona p. 19.

2.FERRO, Marc, op. cit. , p. 66. “Es habitual considerar que el cine no es capaz de representar la realidad del pasado, que en el mejor de los casos su testimonio sólo sirve para el presente, y que además la realidad que nos ofrece (dejando a parte los documentales y noticiarios) no es más válida que la de una novela” .

3.CASAS, Quim, “Segunda acto en la vida americana”, Dirigido por, núm. 320, febrero de 2003, p. 35.