NOTAS
Y REFERENCIAS
15. KRATZ, G., El tratado hispano-portugués de límites de 1750 y sus consecuencias, Roma, 1954 y MOLINA CORTÓN, J., "El tratado de Límites de 1750 y la intervención jesuita", en Cuadernos de Investigación Histórica, XVI, 1995.
16. BERMEJO DE LA RICA, A., La Colonia de Sacramento. Su origen, desenvolvimiento y vicisitudes de su historia, Madrid, 1920.
17. Sobre los jesuitas en el XVIII existe un nutrido grupo de investigadores que trabajan en la Universidad de Alicante, dirigidos por el catedrático Enrique Giménez. Su trabajo de investigación es ingente. Véase, como ejemplo, GIMÉNEZ LOPEZ, E. (ed.), Expulsión y exilio de los jesuitas españoles, Alicante, 1997. Un resumen de toda esta labor y algunas indicaciones bibliográficas interesantes en la web de su proyecto: http://cervantesvirtual.com/bib_tematica/jesuitas/. Otro trabajo a tener en cuenta es EGIDO, T. y PINEDO, E., Las causas "gravísimas" y secretas de la expulsión de los jesuitas por Carlos III, Madrid, 1994.
18. Siempre que se hable de opinión pública en España en el XVIII, debe recurrirse al estudio pionero en el campo: EGIDO, T., Opinión pública y oposición al poder en la España del siglo XVIII (1713-1759), Valladolid, 1971. Muy estimable también: ENCISO RECIO, L. M., "La prensa y la opinión pública", en JOVER ZAMORA, J. M. (dir.), Historia de España fundada por Ramón Menéndez Pidal, Tomo XXXI-I, Madrid, 1982-, pp. 60-128.
19. Como bien retrata el propio Altamirano: “Vuestra Santidad: el cirujano se ve a veces obligado a cortar un miembro para salvar un cuerpo. Pero en verdad nada me había anunciado la belleza y la fuerza del miembro que he venido a cercenar”. Datos realistas de la población de las misiones en MARTÍNEZ MARTÍN, C., "Datos estadísticos de población sobre las misiones del Paraguay durante la demarcación del Tratado de Límites de 1750", en Revista Complutense de Historia de América, 24, 1998, pp. 249-261.
20. Altamirano es consciente: “Si los jesuitas se enfrentan a los portugueses su orden será expulsada de Portugal. Primero Portugal, luego España, Francia, Italia. ¿Quién sabe? Si quiere que su orden sobreviva, estas misiones han de ser sacrificadas”.
21. Así se inicia si obviamos, claro, las primeras líneas que Altamirano escriba al Santo Padre, pero que deshecha por no ser “el tono adecuado”: “Vuestra Santidad, el pequeño asunto que me trajo aquí, al más lejano confín de la tierra está ya resuelto y los indios están de nuevo libres para ser esclavizados por los españoles y portugueses”.
22. Esta estructura corresponde básicamente a la esbozada en MARTÍNEZ GOMIS, M., “El ocaso de la compañía de Jesús en América Latina. La misión ”, en UROZ, op. cit ., pp. 394-418. Otros estudios sobre la película son: ESPAÑA, R. de, Las sombras del Encuentro. España y América: cinco siglos de Historia a través del Cine, Badajoz, 2002; y SÁNCHEZ MARCOS, F., “Lectura histórica de La misión (1986) de Roland Joffé”, en Film-Historia, III, 3, 1993, pp. 411-416. Sobre los jesuitas y el cine ver: PÉREZ GÓMEZ, A. y UNSAIN AZPIROZ, J. M., Imago Societatis Iesu, San Sebastián, 1991.
23. BECKER, F., Un mito jesuítico. Nicolás I rey de Paraguay, Desc., 1987.
24. Sobre Rávago: LEGUINA, E., El P. Rávago, confesor de Fernando VI, Madrid, 1876, PEREYRA, C. y PÉREZ BUSTAMANTE, C. (eds.), Correspondencia reservada e inédita del P. Francisco de Rávago, confesor del Fernando VI, Madrid, s. f. y ALCARAZ GÓMEZ, J. F., El padre Rávago, confesor del rey (1747-1755), Granada, 1993.
25. Sobre Ensenada: RODRÍGUEZ VILLA, A., Don Zenón de Somodevilla, marqués de la Ensenada. Ensayo biográfico, Madrid, 1878, BOUVIER, R. y SOLDEVILLA, C., Ensenada et son temps. Le redressement de l'Espagne au XVIII siècle, París, 1941 y GÓMEZ URDÁÑEZ, J. L., El proyecto reformista de Ensenada, Lérida, 1996.
26.La caída se debió entre otras cosas a la oposición del marqués al tratado: “Era venuta nelle mani del Carvajal, intercetta, una delle lettere dell'Ensenada al re delle due Sicilie, cogl'incitamente acciocchè non accedesse mai al Trattato di Madrid”, SCHIPA, M., Il regno di Napoli al tempo di Carlo Borbone, Milán, 1923, p. 50. Para el nuncio en España, Spinola: “È ben vero che la disgrazia del Marchese dell'Ensenada fu opera della defonta Regina, istigata dal Ministero di Lisbona del quale, si valsero gl'inglesi per allontanare il ministro”. También añade que la caída de Rávago (un año después) fue debida a la Reina, “che mal volontieri soffriva il suo non piccolo ascendente sullo spiritu del Re”, Spínola a Torrigiani, 23 de abril de 1759, Archivo Segreto Vaticano (en adelante A.S.V.), Segreteria di Stato, Spagna, 285. Rávago cayó al año siguiente.
27. “Eccomi per tanto in obbligo di informare in oggi più distintamente avertendola colla maggior segretezza qualmente esso Ministro, in vigore, non meno de suoi fini particolari che di antichi pregiudizi provenienti dall'educazione, non pùo soffrire i Padri della Compagnia, e senza ascoltare ragione o fare le necesarie distinguizioni vorrebbe se potesse cacciarli da Spagna, godendo per tanto assai apertamente di ciò che attualmente succede ne Domini di Portogallo”, Spinola a Torrigiani, 26 de marzo de 1759, A.S.V., Segreteria di Stato, Spagna, 285. Sobre Wall: TÉLLEZ ALARCIA, D., D. Ricardo Wall. El Ministro Olvidado, http://tiemposmodernos.rediris.es/ricardowall .
28. Wall aseguraba que “no tenía interés ni pasión en este asunto, mas que el que se cumpliese un tratado a que el rey estaba ceñido ni podía S. M. rescindir de él sin el consentimiento del Rey de Portugal que como sabía S. Señoría, no había tenido parte en el tratado directa ni indirectamente, que solo miraba a las consecuencias tan peligrosas que resultarían en América si una vez se perdiese por ahí el respeto y debido temor a la Majestad con un ejemplar como el de que por la conveniencia propia de los vasallos del rey perdiese S. M. las que se propuso por el tal tratado y para una paz perpetua con el Portugal”, Wall a Portocarrero, 6 de enero de 1756, Archivo General del Ministerio de Asuntos Exteriores de España (en adelante A.G.M.A.E.), Santa Sede, 403.
29. RAMOS PÉREZ, D., El Tratado de Límites de 1750 y la expedición de Iturriaga al Orinoco, Madrid, 1946; y LUCENA GIRALDO, M., Laboratorio tropical: la expedición de límites al Orinoco, 1750-1767, Venezuela, 1993.
30. Así se expresaba Wall con respecto a estos combates: Altamirano le escribe desde Buenos Aires “dándome la enhorabuena para S. M. por el feliz suceso de sus armas (...) Esta mortandad y lastimosos destrozo de aquellos miserables a que en cuanto es mal del prójimo no la puedo celebrar sino sentir mucho. Confieso con toda ingenuidad a V. Em que según otras consideraciones y justos respectos me ha sido de muy particular consuelo y especialmente por los justificadísimos motivos que contemplo de parte del Rey para su Real Satisfacción y agrado en el debido castigo de unos vasallos rebeldes que al paso que conserva el honor de las ramas servirá de escarmiento para los demás”, Wall a Portocarrero, 31 de agosto de 1756, A.G.M.A.E., Santa Sede, 403. Altamirano se refiere a las victorias de las fuerzas hispano-lusas contra los guaraníes en Caibaté y Bacaray, anteriores a la llegada de Cevallos, MAEDER, E. J. A., Aproximación a las misiones guaraníticas, Buenos Aires, 1996, pp. 97-98.