En el presente volumen se intenta desvelar su sentido de la libertad
y del amor, pero también a su idea de Dios y de la conciencia
moral, del más allá y del mundo que vivió, de la
soledad y de la incomunicación, de la verdad y de las apariencias.
Imitando el modo de proceder de Kieslowski, busca adentrarse en su pensamiento
a través de lo concreto, y procura analizar esos planos y objetos
llenos de fuerza metafórica y aire poético, todo esto
sin omitir una valoración de su estética del color, del
valor concedido al sonido o de los famosos guiños que introdujo
para los cinéfilos. Sin embargo, como decíamos, el núcleo
del trabajo lo encontramos principalmente en su análisis de la
libertad y el amor en Azul y Rojo, en la angustiosa búsqueda
y en el escepticismo vital de su director, en su honestidad y responsabilidad
al hablar del hombre, en la crisis de una modernidad de la que se distancia,
y en la conexión de su cine con la vida.