3.5 Integral de la energía.

 

Multiplicando escalarmente por  ambos miembros de (9.3) se obtiene:

 

 

y como por otra parte,

 

 

resulta:

 

 

e integrando:

 

                                                                                                       (29.3)

 

relación que constituye la integral de la energía y que nos indica que el módulo de la velocidad del secundario sólo depende de su distancia al primario, pues m y h se mantienen constantes durante el movimiento. La constante escalar h de integración se denomina constante de la energía. Su interpretación física se halla haciendo tender r a infinito, con lo que v es v¥ y

 

 

Es decir: h es la mitad del cuadrado de la velocidad en el infinito.

 

Evidentemente h ha de ser función de las constantes de integración  y . Podemos explicitar dicha dependencia multiplicando escalarmente por sí misma la ecuación (27.3)

 

 

y teniendo en cuenta las igualdades (16.3) y (17.3)

 

Si identificamos con (29.3) se deduce:

 

 

o en función de c y e :

 

                                                                                                (30.3)

 

 

Ahora bien, , y según que la órbita sea elíptica ( e<1), parabólica ( e=1 ) o hiperbólica (e>1), será h<0, h=0 o h>0, respectivamente y, por tanto, según (29.3) la velocidad en el infinito será imaginaria, nula o real, respectivamente.

 

Además, en el caso de la elipse y la hipérbola el parámetro p es b2/a, por lo tanto:

 

 

donde b2 =a2(1 -e2) para la elipse y b2= a2(e2-1) para la hipérbola. Sustituyendo dichas expresiones en la integral de la energía (29.3) y operando podemos obtener, en cada caso, el módulo de la velocidad a la distancia r:

 

                                                                                                   (31.3)

 

para la elipse, y

 

                                                                                                   (32.3)

 

para la hipérbola.

 

En el caso parabólico tendríamos (a = ¥):

 

 

La velocidad correspondiente a una órbita circular de radio r es:

 

es decir:

 

que recibe el nombre de velocidad circular.

 

Si la órbita es parabólica, la velocidad a la distancia r vale:

 

                                                                                                           (33.3)

 

valor que recibe el nombre de velocidad de escape a dicha distancia.

 

Comparando ambas velocidades, observamos que

 

                                                                                                            (34.3)

 

 

que nos dice que cuando para una órbita circular de radio r, la velocidad sea , la velocidad tomará el valor de la velocidad de escape y la trayectoria pasará a ser parabólica.

 

3.5.1 Velocidades cósmicas. Satélites geoestacionarios.

 

La mínima velocidad que se debe imprimir a un cuerpo para que entre en órbita circular alrededor de la Tierra, despreciando el rozamiento del aire, se denomina velocidad de satelización  o primera velocidad cósmica. Su valor se halla sustituyendo en la expresión de vc el radio R y la m de la Tierra:

 

 

Llamamos velocidad de escape o segunda velocidad cósmica  a la mínima velocidad que se debe imprimir a un cuerpo para que abandone la Tierra. La mínima velocidad se obtendrá si el cuerpo "llega al infinito" con velocidad nula, por lo que su valor se podrá hallar sustituyendo la m y el radio de la Tierra en la expresión de la velocidad parabólica:

 

 

Por último se denomina tercera velocidad cósmica a la mínima velocidad que se debe imprimir a un cuerpo para que, partiendo de la Tierra, abandone el Sistema Solar. Dicha velocidad se calcula igual que la anterior, pero considerando la m del Sol y tomando como r la distancia de la Tierra al Sol, D:

 

Si el cuerpo se lanza en la dirección del movimiento de la Tierra en torno al Sol (unos 29,7km/s, supuesta la órbita de la Tierra circular), dicha velocidad se reduce a 12,3 km/s.

 

A menudo interesa, especialmente para telecomunicaciones, que un satélite artificial se mantenga ubicado sobre la vertical de un cierto lugar. Ello equivale a decir que la velocidad angular del satélite (supuesto en órbita circular) sea la misma que la de la Tierra (w).

 

 

elevando dicha expresión al cuadrado:

 

es decir:

Según la tercera ley de Kepler:

 

por lo que

 

donde w es la duración de un día sidéreo en tiempo solar medio (86.164 segundos de t.s.m.). Si h es la altura del satélite sobre la superficie de la Tierra y R es el radio de la Tierra es

 

                                 

Los satélites situados a dicha altura se denominan sincrónicos o geoestacionarios.

 

 

 

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