La peculiaridad principal de este libro es que nos cuenta el final de veinte films escogidos por el autor según su propio criterio. Para empezar, uno se pregunta el sentido de un libro de cine que te cuenta el final de las películas. En un primer momento, uno piensa que es para llamar la atención, para provocar. Eso fue lo primero que pensé. Existen tantos libros de cine para tan poco mercado que el autor habrá pensado que sería llamativo escribir un libro destripa-finales. Podría ser un arma de doble filo.
Una vez nos introducimos en la lectura del libro, encontramos una perfecta introducción donde el autor no cesa en justificar la decisión de escribir un libro de estas características. Ésta es, quizás, la parte más rica del libro en cuanto a originalidad, ya que posteriormente y como el propio autor afirma, se hace un repaso a veinte obras clave del cine en blanco y negro, explicando lo que narran cada una de ellas sin más intención que la de refrescarlas en la memoria del lector y reivindicarlas, así como reivindicar el cine en blanco y negro, cada vez más denostado.
Como afirma José Ángel Garrido, el cine en blanco y negro ha quedado relegado a las altas horas de la noche en las cadenas de televisión pública, en caso de emisión de este tipo de cine, cada vez menos frecuente, o en cadenas de televisión de pago especializadas en cine. Así pues, una felicitación al autor por querer aproximar con este título el cine en blanco y negro a jóvenes generaciones como a la que pertenezco a quienes este tipo de estética, por muy modernas que sean algunas películas que la utilizan, les produce pereza. Garrido compara este suceso con el que debió ocurrir en la década de los treinta y los cuarenta con el cine mudo. Hoy hay mucha gente que se enorgullece de no haber visto jamás una película muda. Esperamos que con el blanco y negro no se llegue tan lejos.