Por último, la tercera parte con la que concluye la obra, constituye su aportación más novedosa: el análisis del cine bélico de estos últimos 25 años. Al igual que en la anterior sección, la cantidad de títulos y datos que aporta el autor es abrumador, lo que no quiere decir que sea una simple retahíla de nombres y fechas. Nada más lejos. El atinado análisis del profesor Sánchez Barba de películas, documentales, novelas e incluso noticias relacionadas con la época merece la pena. Cabe destacar los capítulos dedicados al Holocausto y a la posguerra, desgarradores y llenos de sensibilidad. Como buen historiador, Francesc Sánchez Barba no sólo realiza inteligentes interpretaciones, sino que es un notable escritor, lo que siempre es una ventaja de cara al público, que aunque no sea un experto en la temática, pasará un buen rato con la lectura de esta amena obra. El libro se cierra con una bibliografía, completamente actualizada, que incluye títulos importantes y pocas veces citados por historiadores españoles que, parece ser, huyen de obras que no estén traducidas a alguna de las lenguas del Estado.
La obra de Sánchez Barba es un excelente compendio entre erudición y divulgación, que, como hemos visto, encierra una serie de virtudes. No obstante, no está exenta de pequeños errores, ciertamente subsanables. Posiblemente, el mayor pero que he encontrado a La Segunda Guerra Mundial y el cine (1979-2004), es que su tercera parte es un tanto reiterativa. Al inicio de cada capítulo, se nos hace un pequeño resumen de lo mencionado en la segunda parte sobre el cine anterior a 1979. Estos resúmenes pueden extenderse unas cuatro o cinco páginas. No digo que sobren, pero entorpecen un tanto la ágil lectura del libro. El otro pequeño problema está en la elección de las películas. Es muy loable que se citen tanto filmes de ficción como documentales, pero creo que hubiera sido mejor escoger unos u otros, o bien centrarse en los filmes de ficción, y crear un pequeño apéndice sobre los documentales. Alguno habrá que hable sobre la indefinición de la obra por este hecho.
La Ficción Bélica funciona como estupendo complemento del estudio de Sánchez Barba, ya que nos ofrece un panorama más amplio. Nos narra las experiencias de los escritores durante la guerra, como fueron plasmadas en papel y más tarde en celuloide, así como el marco histórico de las distintas obras. A la manera de un entomólogo, Javier Coma se detiene en pasajes históricos por los que Francesc Sánchez Barba, debido necesidades de su estudio, ha de visitar en unas líneas. Nos encontramos ante libros notables, surgidos, lamentablemente, de una época en que las imágenes reproducidas por el cine son cotidianas en nuestras televisiones y diarios. Ojalá las futuras cintas del género sean reflejo de guerras pasadas y no de guerras presentes.