<<
1
2 3
4
>>
Este
mismo diario, en su editorial de los días siguientes del estreno
valoraba negativamente los aspectos morales de la historia:
-
Hay
matices, sin embargo, que se dan en la película y que brotan
también más de algunas fobias, filias u obsesiones
actuales, que de la realidad cotidiana del Madrid de 1936-39. Así,
la "normalización" del desorden sexual: en una
familia -la auténtica protagonista- de tres hijos, el niño
se acuesta con la criada, el mayor se lleva a casa a una bondadosísima
prostituta, y la tercera acaba madre soltera, mientras que el tonto
de la película, queda para andar siempre estúpidamente
enamorado y asustadizo en el tema. Así también la
ridícula concepción de cualquier manifestación
religiosa: cosa de mujeres mayorcitas, o del niño que fue
de Acción Católica antes de lanzarse a la conquista
furtiva de la criada, de forma que el padre, al tratarle ya "como
un hombre", pueda reírse de su paso por aquella asociación
(...) jugando con fuego, como en la burla y menosprecio de cosas
sagradas para muchos hombres y mujeres de aquí -y de cualquier
lugar del mundo- 8
-
- sin
embargo esa misma historia no correspondía con la idea que de
la Guerra Civil tenían otros periodistas, ahora ya desde un punto
de vista más social y político que moral:
Un
estiu que no pocs de nosaltres visqueren durant tres anys i el record
dels quals no correspon amb el de Fernando Fernán-Gómez,
Chávarri o l´adaptador cinematogràfic. Perque
l´anomenada "guerra civil" i el drama de la resistència
de la gent i l´exèrcit popular republicà contra
els "nacionals" que atacaven Madrid no fou precisament un
problema de gana i si d´heroisme i sacrifici (que el film oblida
olimpicament). Aquella etziballada armada, uniformada i beneïda
contra una legalitat aprovada per la majoria i lliurement aceptada,
queda reduïda no a la crònica de les conseqüències
sofreix una senzilla familia representativa, sinó a una mena
de sainet grotesc, gairabé còmic, on abunden les "gracietes"
amb uns personatges encarcerats que no evolucionen i que es recolzen
en el tòpic i l´artifici de la mateixa manera que no
acaba de "lliscar" la narració o succesió
d´esdeveniments (que es van produïnt a estrebades, com
si es tractés de quedres teatrals sense acció). Igualment
resulta pobra, per insuficien i inexpresiva, l´ambientació
urbana. Hi ha detalls defenidors de l´esperit de l´obra,
com aquesta única miliciana que evoluciona voluptuosament pel
taulell d´un bar, mig descobrint-se un pit, responent plenament
a l´imatge que el facciós-feixista volia donar de la
dona incorporada a l´exèrcit popular: una meuca sense
paliatius.9
|
|
Desde el punto de vista artístico, la película
no deja de minorizar una obra de considerable importancia, esquematizando
personajes, usando tópicos, pero sin transmitir emociones, ya
que "nunca se transmite la opresión, la angustia, el
horror de una ciudad sitiada; se habla de miseria, hambre y muerte,
pero no se ven y apenas se sienten".10
En
definitiva, falta de ritmo, de fuerza y de convicción, aunque
los brillantísimos diálogos, derivados del guión
teatral, consiguen al menos que la película no pueda ser calificada
de mediocre. Así mismo, la excepcional interpretación
de Agustín González, Gabino Diego y Victoria Abril, elogiados
por la crítica, posibilitó una buena marcha comercial
del film.
|