- ¡Venga, fuera, aquí no puedes estar!
Durante las primeras semanas de su periplo recoge y fumiga verduras en la costa hasta que en dirección a Barcelona, pasa por Madrid donde aprende el oficio de vendedor ambulante. En la capital, solo, sin dinero, con frío se encuentra con un paisano que le tiende una mano. En el nuevo “trabajo” aprende el nuevo idioma con facilidad y enseguida se encuentra con las primeras formas de intolerancia; en los bares los jóvenes se mofan de él, las chicas le hacen insinuaciones sobre su tipo “para consolar viudas, los camareros le ignoran, la suspicacia de la dueña de la pensión. Alou les escribe a sus padres: “Voy aprendiendo cómo entender a esta gente”.
En un bar Alou se diluye en un plural genérico, “vosotros que creáis problemas” y en el pueblo adonde llega le llaman “Baltasar”. Prosigue recogiendo fruta en la costa catalana, aprende a jugar al dominó (fichas blancas contra negras) en un bar. Su nueva residencia no es ni una casucha junto a un vertedero, una pensión barata o un banco, ahora es un túnel abandonado, su profesor de dominó (un marroquí emigrante como él) le aclara:
- Lamine: Yo vivo aquí. Este es nuestro sitio. Nosotros hueler mal olor y vivimos como animales y sucio, entonces nuestro sitio.
El trabajo que obtiene en la plaza del pueblo es la recogida de fruta y durante la pausa de la comida coge una pera de una caja. El ”patrón” le recrimina pidiéndole que la deje:
- Patrón: ¡Eh tú, negro, deja esa pera!
- Alou: Yo tengo un nombre
- P: Me da igual vuestro nombre. Si queréis comer peras, cogedlas del suelo, ¿no me oyes?
En este largo viaje por el nuevo país no todo son sinsabores para Alou, sus paisanos le apoyan, mantiene una relación con Carmen y sobrevive. Por fin se encuentra con Mulai quien le abre su hogar además de ofrecerle un trabajo en una fábrica ilegal de ropa, trabaja por las noches y durante el día en un vertedero, recogiendo chatarra. En una nueva carta a sus padres les aclara:
Coso ropa, hace frío. El dueño de la fábrica le propuso a Mulai: ¿por qué no pedirles a los negros que trabajen por la noche?
Alou, Mulai, Carmen y Rosa, las dos parejas de amigos, almuerzan juntos e inician una conversación que resume las inquietudes de todos:
- Alou: Éste no es mi país, no nos aceptarán nunca. Nunca te aceptarán.
-Rosa: ¿Qué quieres decir?
-A: Sí, tú sí y otras personas también pero mira a tu alrededor. Yo siento sus miradas
clavadas aquí (señalándose en la frente) y sé que a los blancos no les caemos bien por
eso yo en cuanto tenga dinero me largo a casa.
Este convencimiento de la desigualdad no debilita el sentido de la dignidad que Alou mantiene en todo momento, ni siquiera cuando el padre de Carmen le pide que deje a su hija, rechazan su intento de legalizarse o cuando se enfrenta a la deportación.Armendáriz enfatizar estos temas:
(…) Yo creo que Alou es el reflejo de la realidad que yo viví con ellos […] Por eso planteé la película como un largo viaje o como un recorrido de un sitio a otro donde él (Alou) va intentando buscar en todo momento un sitio donde poder vivir dignamente, recibiendo más apoyos y mejor aceptación en unos sitios que en otros. 26
El proceso de adaptación de Alou se produjo en unos años en los que en España no se había producido aún una emigración masiva, ni desde el norte de África, ni tampoco desde América Latina, en este sentido Marsha Kinder afirma:
With borders that were closed to foreigners for centuries, Spain is now drawing immigrants like a magnet with its peaceful conversion to democracy, its economic boom, its liberal atmosphere, and its prominence in the European Community 27
El guión examina casi todos los temas que sufre un emigrante, incluyendo el racismo; las dificultades de comprensión de una lengua y cultura distintas, la explotación ilegal de mano de obra barata, las pésimas condiciones de vida, la ley de extranjería, inseguridad, soledad y desprotección.La estructura de la narración es simple, un relato lineal que avanza a través de secuencias cortas, fragmentos de la realidad que examina en forma de elipsis a través de cuatro cartas leídas en off (dos a su familia, dos a su amigo Mulai). En el epílogo de la última carta Alou formula una pregunta que queda sin respuesta:
¿Por qué no me aceptan? ¿Por qué me tratan como si fuera un ladrón? Dicen que los negros venden drogas. Si algunos lo hacen no es razón para que nos acusen a todos, los incomodamos por eso nos echan. No les gustamos pero no nos dicen ¿por qué?