Notes de lectura
Universitat de Barcelona
Cuando nos preguntamos por cómo ha de ser la educación nos enfrentamos a una pregunta cuyas respuestas son tan variadas como autores, épocas y corrientes de pensamiento. Se trata, sin embargo, de una cuestión que no ha perdido interés con el tiempo y que, actualmente, está siendo respondida desde, al menos, dos perspectivas opuestas. Tenemos, por un lado, la posición innovacionista aceptada por amplios sectores de la población y cuyo discurso cae dentro de lo políticamente correcto. Se encuentra marcada por una idea historicista de progreso que toma el cambio como bueno en sí mismo y, por tanto, como un fin deseable. Por otro lado, nos encontramos con su antagónica, la posición reaccionaria, que rechaza cualquier modificación educativa que pueda surgir a causa de una veneración ciega a un pasado (se cree) siempre mejor.