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4. Análisis del filme

Estamos ante un filme que, aunque sin éxito comercial, ha sido bien tratado por la crítica y situada como una de las películas con más valor histórico de las que recientemente se han hecho sobre la Guerra Civil española. Merece, por tanto, un examen minucioso, por lo que propongo, para su análisis, el siguiente esquema-guión con las principales secuencias 13 de la película.

 

Secuencia 1: En una típica corrala madrileña se nos muestra como transcurre la vida cotidiana de un Madrid en guerra. La radio nos anuncia el desfile por las calles de Madrid de las Brigadas Internacionales, Carmen pide a su madre la cartilla de racionamiento, las coge y sale de la casa. En ese momento, caen –sin mediar señal de alarma– bombas sobre la casa destruyendo el edificio.

Secuencia 2: En la habitación oscura de un edificio gubernamental, Josep Renau –Director de Bellas Artes– mira una proyección cinematográfica sobre los bombardeos de Madrid. Un funcionario le informa que el presidente de la Junta Central del Tesoro Artístico le esta esperando.

Secuencia 3: Renau se reúne con Timoteo Pérez Rubio, que está escandalizado por un verso satírico que se atribuye en la película al escritor republicano y satírico Luis de Tapia, publicado en el periódico socialista Claridad y en donde se sugiere cambiar obras del patrimonio artístico por material bélico. Renau bromea con la cuestión especulando con lo que los rusos o franceses podrían dar por tal o cual obra. Pero Renau a convocado a Pérez Rubio para decirle que ayer, las bombas cayeron a 100 metros del Museo, que el gobierno ha decidido salir de Madrid y evacuar el Museo del Prado y llevarse consigo las obras maestras del patrimonio artístico español.

Secuencia 4: Plano interior del Museo del Prado en el que se ven obreros desmontando los cuadros, se les ve envolviendo con mantas las obras de arte y amartillando las cajas que presumiblemente encierran las obras maestras. De pronto, “Las Meninas” cruza la nave central y se produce un silencio admirador. Plano sobre “Los Fusilados” sobre el que el Profesor Miralles explica a unos milicianos –al tiempo que explica el cuadro– la sensibilidad de Goya para con el desastre de la Guerra realizando un símil entre 1808 y 1936. La secuencia sirve para presentarnos a los protagonistas del filme Goya y Manuel un joven celador del Museo que admira al pintor aragonés. Miralles aparece como un colaborador directo de Timoteo Pérez Rubio, dejando a los milicianos con Manuel que trata de explicar quien era Goya, lo hace delante de “Los Fusilamientos”, justo en el momento en que van a embalarlo, pero en vista de que a los milicianos nos les importa nada ni Goya ni su obra, desiste de su intento.

Secuencia 5: Plano del patio de Museo, en el que se ven los cuadros sin embalajes o con embalajes muy precarios –una manta por encima– en los camiones de la Junta Central del Tesoro Artístico dispuestos para su traslado. En esta escena Pérez Rubio y Millares se lamentan de tener que evacuar el Museo, de las circunstancias es, dicen los personajes como si ellos hubieran reclutado las obras de artes para llevarlos al frente

Secuencia 6: Plano-secuencia del convoy pasando el puente de hierro de Arganda

Secuencia 7 : Nuevo plano del interior del museo, donde se a los obreros y milicianos adecuando al Museo para resistir el ataque, entre sacos terreros y otras defensas, se ven cuadros y esculturas, suenan las alarmas aéreas y todos se van como presas de pánico, es en este momento cuando Manuel encuentra en un rincón, abandonado, el autorretrato que Goya se hizo a los 69 años (en 1815). Lo coge, lo guarda entre su ropa y sale buscando un refugio

Secuencia 8: Manuel se refugia en el metro, allí encuentra a Carmen visiblemente afectada. Tras ellos, un cartel bien legible por el espectador dice así “El emboscado y quien lo encubre son traidores a la Patria”

Secuencia 9: Carmen y Manuel han simpatizado y ella acepta la ayuda que el joven le ofrece. Van a casa Manuel, una pensión regentada por su tía, y en las escaleras se cruzan con un siniestro personaje, que posteriormente se ve hablando con el portero del edificio. Manuel mete a Carmen en su habitación y va a explicarle a su tía Flora la situación.

Secuencia 10: Para entonces, ya se ha denunciado la situación al portero, Gerardo, de la casa que acusa a Manuel de subir a casa una prostituta. Pepito, el hijo pequeño de Flora dice entre bromas que el portero trabaja para los rusos. Manuel trata de dejar claro que Carmen no es una prostituta, que es una victima de los bombardeos, que ha perdido a su familia y lleva varios días por Madrid desamparada. Flora duda del testimonio de su sobrino y en ese momento hace su aparición Carmen que solo atina a decir su nombre antes de caer desfallecida.

Secuencia 11: El delator de Carmen, el siniestro personaje que se cruzaron en la escalera con aspecto de “Chequista”, entra en la habitación que tiene alquilada en la pensión de Flora. Saca de sus bolsillos latas de conserva así como joyas de oro con connotaciones religiosas, que evidentemente proceden de un saqueo y que este personaje, que luego veremos se denominara Lucas Maceira, atesora secretamente.

Secuencia 12: Carmen se despierta y ve a Manuel admirando el autorretrato de Goya. Hablan sobre el pintor, sobre como Carmen nunca ha visitado un Museo, de cómo la chica perdió la cartilla de racionamiento en el bombardeo y de la intención de Manuel de devolver el cuadro, aunque el muchacho reconoce que no sabe a quién devolvérselo.

Secuencias 13-14: Manuel busca la casa del profesor Miralles. Plano del interior de la casa de Miralles, este está inspeccionando un cuadro que reconoce como una obra menor de Sorolla. Junto a él su cuñado, sacerdote, le ayuda en la clasificación de obras de Arte de todo tipo y de distintas procedencias. Llaman al timbre y la reacción de los hombres pone en evidencia que el sacerdote se esconde con la complicidad del conservador. Tras tomar las debidas precauciones y comprobar que es Manuel el que llama a la puerta, le abren al muchacho –no sin que el cura se esconda– que entra sorprendiéndose por la cantidad de obras de arte religioso que hay en la casa. El profesor le explica que hacen allí tantas obras de arte: el hace dictámenes para la Junta del Tesoro Artístico y decide que obras van a Valencia. Miralles explica al joven como el arte no entiende de ideologías, que no es de izquierdas ni de derechas, ni rojo ni azul, “el arte es del pueblo” dice el viejo profesor y colaborador del Museo. El joven le explica que el tiene el autorretrato de Goya y quedan en que Manuel se lo entregará a él.

Secuencia 15: Carmen se hace pasar por embarazada para obtener alimentos sin receta médica y se encuentra con el rigor de la miliciana –vestida y con comportamientos masculinos– que no duda en golpearla duramente al descubrir el engaño

Secuencia 16: Manuel visita a su abuelo Melquíades, viejo veterano anarquista de la rama de gráficas. Conversan, Manuel le pide algo para comer a su abuelo, Melquíades le da algarrobas y le cuenta como Durruti llegará pronto a Madrid y de cómo el Gobierno se ha ido cobardemente a Valencia dejando a los madrileños en manos de un general: “aquí Miaja, allí Franco, vaya dos gallos” dice el viejo Melquíades.

Secuencia 17: Abuelo y nieto se dirigen a devolver el cuadro a casa de Miralles cuando encuentran a una masa histérica felicitándose por el linchamiento de un cura y un traidor. Manuel queda espantado cuando ve que la casa registrada es la de Miralles. Los milicianos humillan públicamente a Miralles y al sacerdote, arrojando por el balcón de la casa los objetos de arte religioso que arden en una improvisada pira. Entre los objetos arde también el cuadro identificado en la secuencia 14. A gritos de ¡Viva la Revolución! ¡Muerte a los curas! Salen Miralles, su mujer y el párroco a empujones, visiblemente maltratados por los milicianos que lucen brazaletes y pañuelos rojos. Miralles conserva la dignidad y hace gestos a Manuel para que este no diga nada. Los empujan anunciando que van a darles el paseíllo y la masa pide que los lleven al paredón. Los detenidos suben a un camión identificado con la bandera roja y los milicianos suben con ellos gritando ¡Muerte al fascismo! ¡Viva Rusia! ¡No pasaran!

Secuencia 18: Flora consuela a Carmen del trato recibido en el economato, advirtiéndole que se ha jugado la vida. Tratan de buscar una ocupación para Carmen, que advierte haber tratado de engañar a los milicianos para ayudar en la casa, la joven dice a Flora que estaba trabajando como modista en un taller hasta que “mataron al patrón”. Filomena, la empleada de Flora, limpia las lentejas (la mayoría tienen bichos) y Flora se felicita por el montón de garbanzos que ha conseguido en el mercado negro, pero que ha tenido que pagar con las botas de su marido fusilado por los sublevados.

Secuencia 19: Manuel y Melquíades regresan con el cuadro a casa, se establece un debate ético sobre las posibilidades de la venta del cuadro. Flora es una mujer pragmática y cree que la venta les posibilitar huir de la miseria y de la guerra. Melquíades ve las posibilidades de la venta para escuelas y comedores sociales. Manuel niega ambas posibilidades. El cuadro volverá al Prado gane quien gante la guerra. Lucas Madeíra se percata en ese momento del valor del cuadro.

Secuencia 20: Flora pide a Lucas que le ponga en contacto con un anticuario que ejerce de perista para vender sus alhajas. Lucas, que intenta seducir a Flora, finalmente accede y pone en contacto a la viuda con el especulador.

Secuencia 21: Flora acude a la almoneda para vender su ridículo tesorillo. La secuencia sirve para presentarnos a Heliodoro y su madre, burgueses que viven en Madrid esperando la entrada de Franco. En contraste con el hambre y escasez que Manuel y su familia representan, el timbre sorprende a Heliodoro, escuchando a Queipo de Llano mientras madre e hijo evalúan la calidad de las pastas, obtenidas de estraperlo gracias a un diplomático sueco. Este personaje es claramente un usurero que saca tajada de la necesidad ajena, envuelto en cachemir se nos presenta amanerado y cruel, frente a la necesitada pero integra Flora, que prefiere pasar hambre a vender sus alianzas, único recuerdo de su marido fusilado en Badajoz por los golpistas.

Secuencia 22: Melquíades y Manuel van a la Junta Central del Tesoro Artístico para entregar el cuadro. Melquíades entra a preguntar por el compañero Renau, en referencia al Director de Bellas Artes. Antes de entrar, Melquíades avisa a Manuel de que si en diez minutos no sale el tiene que irse. Una vez dentro Melquíades tiene que aguantar la prepotencia de los milicianos, Renau no está y el viejo anarquista solo se fía de él, así que queda en volver la próxima semana. En ese momento suena una explosión...Manuel es rescatado de debajo de los escombros, tiene algunas heridas pero el cuadro está salvado.

Secuencia 23: Una brigadilla de milicianos irrumpe en el edificio en misión de registro, advierte Lucas a Flora, los milicianos entran en la pensión y saludan a Lucas. El empleo de la expresión camarada en el saludo, identifica a estos como milicias comunistas y a Madeíra como alguien vinculado al Partido Comunista. Se procede al registro, con brutalidad y dureza, buscan algo impreciso....el autorretrato de Goya pesa inadvertido para los incultos milicianos.

Secuencia 24: El roce hace el cariño, y el 12 de junio de 1937, Carmen y Manuel se casan, es una boda civil en los locales del sindicato en ella, como en las bodas religiosas, se inciden en la seriedad del compromiso. Luego van al campo, a una posada a las afueras de Madrid a comer los jóvenes esposos bailan al son de un organillo tocado por el viejo Melquíades mientras los aviones que se dirigen a bombardear Madrid, sobrevuelan sus cabezas. La vida sigue... y al igual que en la paz los hombres y las mujeres se aman aun en la guerra.

Secuencias 25: Al regreso de la boda y de la visita que Manuel da a Carmen por un destartalado Museo del Prado, el joven celador se da cuenta del robo del cuadro y de la ausencia de Lucas Maceira. No duda en ir a casa del perista convencido de que allí encontrará el cuadro. Efectivamente allí está....la ambición del anticuario le costará la vida. El humano, frágil e idealista Manuel no dudará, ante la resistencia del avaro, en matar para recuperar el cuadro.

Secuencias 26 : Manuel se va al frente. Carmen, embarazada, lee sus cartas en la cola del economato allí se produce un tenso encuentro con la miliciana que en la secuencia 15 la castigo y humilló. Una noche en mitad de un bombardeo Carmen, ayudada por Flora da a luz. La ciudad sitiada y hambrienta es bombardeada con pan blanco envuelto en propaganda nacional. Los juegos infantiles llevan a Manolito a querer ver más de cerca una bomba que no ha explotado. La curiosidad infantil lo lleva a la muerte

Secuencia 27: La derrota es un hecho, Madrid se prepara para recibir a los vencedores. La familia, marcada por la muerte de Manolito y la derrota del ideal de abuelo y nieto, escucha el último parte radiofónico de guerra.

Secuencia 28: Manuel esta preparándose para esconderse unos días, cuando llega Melquíades informándole de que los falangistas están buscando a ex combatientes. Una brigadilla de falangistas sube por el edificio, el portero –el mismo que antes trabajaba para “los rusos” – da el chivatazo. Manuel se va con el cuadro....”quédate abuelo, a ti te respetarán” le dice antes de marcharse.

Secuencia 29: La brigadilla entra en la pensión, al mando de Lucas Madeira. Los rituales son los mismos, también usan el termino “camarada”, solo los uniformes cambian. Acusan a Manuel de asesinato y robo al patrimonio artístico.

Secuencia 30: Lo descubren en su huida y lo siguen hasta el Museo del Prado.

Secuencia 31: Manuel llega al Museo y coloca el cuadro en su lugar. Su huida a terminado, los falangistas le dan caza y sabe que ha llegado su hora. Al igual que los patriotas de “Los Fusilamientos” de Goya muere al grito de Libertad .

Secuencia 32: Ante el retrato de Goya, una tarde cualquiera de postguerra se nos muestra la historia oficial, en boca del guía del Museo del Prado frente a la historia real encarnada en Carmen y el hijo de Manuel.

 

Después de esta aproximación al contenido del relato de Antonio Mercero, y para afinar más en el significado de cada una de las secuencias enumeradas, y en función de las pistas temporales que contienen, las vamos a encuadrar en una tabla cronológica:

 

Fecha

Nº de Secuencia

8 al 13/ 11 / 1936

nº 1 a nº 16

14/11/1936

11/ 6 / 1937

nº17 a nº 23

12/ 6/1937

03/1938

nº 24 a nº26

1 de abril de 1939

nº 27

2 de abril de 1939

nº 28 a 31

Años cuarenta

nº 32

 

Para completar el análisis, se construirá otra tabla en base a los aspectos de vida cotidiana en el Madrid en guerra, que a juzgar por la crítica es lo que le da al filme su categoría histórica. Tomaremos, con la excepción de la inocencia infantil por constituirse en los aspectos que Santiago de Pablo enumeraba en su comentario.

 

 

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NOTAS Y REFERENCIAS

 

13Las secuencias no corresponden idénticamente con las cinematrográficas. En más de una ocasión se han agrupado varias secuencias bien porque agrupan una misma idea, bien para darle más agilidad al texto.