The Saddest Music in the World, ambientada en 1933, en pleno ápice de la Gran Depresión, es una adaptación cinematográfica de la novela de Kazuo Ishiguro. Narra en clave de melodrama musical, la historia de una confrontación familiar en las heladas tierras del norte de Canadá.
En Winnipeg, la baronesa Port-Huntly (Isabella Rossellini), propietaria de una exitosa compañía cervecera, advierte que la crisis contemporánea está aumentando la depresión de la sociedad, no sólo económica sino también anímica, y con ello, el consumo de alcohol. Anunciando la celebración de un certamen mundial que determinará qué sociedad posee la música más triste del mundo, Port-Huntly espera con ello obtener un instrumento que le permita convertir la tristeza en mayores ingresos. Atraídos por la suma ofrecida al ganador, “25.000 dólares de la Gran Depresión ”, llegan a Winnipeg artistas desde todos los puntos del globo, representando a sus naciones en un certamen retransmitido de forma mundial.