Fuera de concurso, en la Asian Selection, se pudo ver el último trabajo del reconocido Shunji Iwai, director de referencia en el panorama audiovisial japonés. Su Hana and Alice recorría parajes ya vistos en anteriores films como en la enorme All About Lily Chou Chou, pieza fundamental del nuevo cine japonés, o el mediometraje Picnic. Aun así, a pesar de reconocer esa senda común entre el shojo manga y la más pura posmodernidad audiovisual, el film resulta tan satisfactorio como lo suelen ser sus anteriores trabajos. Desde nuestras comodas butacas, ha llegado la hora de prestar algo más de antención al curioso sincretismo posmoderno que ofrece toda creación de este joven director.
La pequeña, si cabe, decepción japonesa, la aportó una esperadísima (y alabada en su tour europeo) Tony Takitani de Jun Ichikawa. El film, de perturbadora concepción visual y musical (excelente el trabajo de Ruichi Sakamoto), lamentablemente se quedaba en eso, un excelente ejercicio de estilo un tanto vacuo. Para nada la propuesta inicial - historia de desarraigos, inadaptados y soledad- se mantiene viva a pesar de su escaso metraje, donde la historia pierde fuerza a medida que el espectador se ve abrumado (positivamente?) por un minimalismo visual que parece acabar en un (in)significante final. Aun así, este film encontrará quijotescos defensores a ultranza y puede convertirse en una pequeña obra cult para los espectadores más radicales y atentos a las últimas tendencias del la producción nipona.