T. O.: Dogville.
Producción: Vibeke Windelov.
Productor ejecutivo: P. Aalbaek, J. Frederiksen.
Coproductores: G. Berrie, B. Brokemper, A. Grafers, E. Vandervorst.
Dirección y guión: Lars von Trier.
Decorados: Peter Grant.
Montaje: Molly Malene Stensgaard.
Vestuario: Manon Rasmussen.

 

Intérpretes: Nicole Kidman (Grace), Lauren Bacall (Ma Ginger), Paul Bettany (Tom), Harriet Andersson (Gloria), Blair Brown (Mrs. Henson), James Caan (El hombre grande), Patricia Clarkson (Vera), Jeremy Davies (Bill Henson), Ben Gazzara (Jack McKay).

 

Color - 178 min. Estreno en España: 07-11-2003.

 
  1. Depresión del 29. Un aislado pueblecito al pie de las Rocosas. La convivencia de una docena de habitantes va a experimentar un giro con la llegada imprevista de Grace (Nicole Kidman). Después de ser aceptada por sus habitantes, poco a poco va a pasar a ser objeto de la degradación de sus habitantes. Sin embargo, Grace no será únicamente víctima.
  2. Después de Dancer in the Dark (2000), el realizador danés nos presenta su nueva trilogía: "América, país de oportunidades". Dogville es la primera entrega. En Dogville irrumpe en primer término su estética teatral. Dogville es un pueblo en el que no vemos casas, y las calles están pintadas en el suelo. ¿Cómo es posible que en casi tres horas de metraje, Lars von Trier se arriesgue con este tipo de estilo? Él responde a esta cuestión del siguiente modo:
    1. Mi teoría es que se olvida muy pronto que no hay casas, lo que permite inventar el pueblo y también concentrarse más en los personajes. No hay casas que distraigan y, al cabo de un rato, el espectador ya no las echa en falta porque sabe que no habrá.

  1. Podríamos detenernos en el qué de extraordinario van a contarnos los personajes para presentarlos así. Sin embargo, Von Trier necesita presentarnos antes el cómo presentarlos. Y por su ambicioso contenido, necesita desnudarlos de todo lo accesorio. Los lazos humanos se hacen así más inmediatos, se ponen en primer término narrativo. Ha querido, al ejemplo de Tom, horadar el alma humana. Y en este tema cabe esa constante voz en off narrativa y esa desnudez de decorados.
Al comentar el final cruento, Lars von Trier señala que le influyó para el tema de la venganza haber oído la canción "Jenny la pirata", de la Ópera de perra gorda, de Bertolt Brecht. Esta influencia no es mero añadido para un final original. Dogville no resulta indiferente al espectador ante el fatalismo del ser indefenso. Aunque Von Trier quiere centrar nuestra atención desde un principio en los personajes, al hacerlo desde la desnudez de barreras arquitectónicas, el espectador se siente, en primer término, escudriñador del personaje y, por tanto, no identificado con él. Este distanciamiento viene enfatizado por esos sucesos disonantes como son el abrir y cerrar puertas inexistentes que en algúna ocasión puede llegar a resultar grotesco.


Lars von Trier nos sugiere leer en la fragilidad humana con cámara en mano, con jump-cuts, con zooms incómodamente rápidos, desde la terrena luz del día hasta la trascendente luz de luna del acto final. Porque Dogville es una película que no se detiene en esa fragilidad humana -aunque no comedida en algún detalle sexual-, sino que se adentra en un terreno donde es difícil encontrar a otros realizadores actuales. Temas profundamente humanos: el hombre como conjunto de relaciones sociales -concepto antropológico de Brecht-, la libertad actuada desde la confianza, el trabajo, la amistad, la verdad y el tener un tiempo limitado de actuación.

Pocos realizadores, dan esa visión del trabajo que da Von Trier en sus dos últimos films. El trabajo visto como un bien en sí mismo por constituir una fuente de progreso de la persona, y no sólo de progreso material. En ese inicio de relaciones con los habitantes se pone en primer plano el trabajo. Grace debe ganarse a sus habitantes para ser aceptada; sin embargo, en el hacer de Grace no se vislumbra ningún utilitarismo, ningún miedo a no ser aceptada. "Ya sé qué haces aquí, tratas de hacerte la simpática para que te dejemos vivir en Dogville", la frase de Jason (Miles Purinton) late en la mente de todo el pueblo. Grace carece de una visión chata del trabajo y no se siente descubierta. Ve el valor de la persona, y no ese utilitarismo que conduciría al temor. El trabajo de Grace pasará de ser admirado por todos a ser mirado únicamente por propia utilidad. Grace es convertida así en esclava de Dogville. Resulta grotesco el trabajo realizado por Bill Henson (Jeremy Davies), el estudiante de ingeniería, calculando perfectamente la argolla que ha de llevar al cuello Grace.

En Dogville también se habla de amistad. Una amistad vergonzosa, en la que a duras penas se sabe celebrar una fiesta, a duras penas se aguanta una contrariedad, a duras penas se manifiesta un amor. La amistad se manifiesta a escondidas, cuando Grace está a punto ser echada de Dogville. ¿Por qué esa amistad se descubre en la privacidad de un regalo oculto? ¿Por qué no bastaron esos tiempos de trabajo para que se revelase esa amistad?

Lars von Trier nos habla de la verdad. Y nos dice que sólo los fuertes la descubren. ¿Cuál es esa verdad que no se alcanza por el simple estudiar? ¿Cuál es esa sabiduría que sólo se alcanza compromentiéndose? ¿Cuál es esa sabiduría de Grace que viendo la ruindad de Dogville, y mayor ruindad en su amado, perdona? En todos estos temas late el cristianismo. Von Trier, converso al catolicismo, nos presenta a la única esperanza de transformación de un pueblo con apariencia de fragilidad, con belleza y de forma indefensa. Como dice Alberto Fijo (crítico titular de Época) sobre el realizador danés, "es frecuente afirmar que los grandes directores suelen contar la misma historia siriviéndose de diversos argumentos".

Desde luego -continúa este colega-, el danés Von Trier está muy interesado en un triángulo moral formado por la caridad, el pecado y la redención (...). Quizás, lo que más se echa en falta en esta parábola es la acción de la gracia, pieza clave en el sistema moral cristiano, y que el cineasta danés evoca a la vez que desnaturaliza, seguramente sin advertirlo". En este "triángulo moral", la gracia es presentada como don, frágil, bella..., como perdón. Grace perdona. Perdona incluso a Tom. Se abandona en Tom, y agradece el que no le exija nada. Este es el clima de la gracia, el clima del don.

El último capítulo está marcado por la venganza. ¿Cómo se explica este cambio en Grace? Esta venganza es insólita en manos de Grace, que hasta el último momento ha amado a Tom. ¿Por qué este desnaturalizarse de la gracia de que habla Alberto Fijo? Este cambio de actuación en Grace sugiere la limitación temporal de la vida humana y la supeditación de las acciones humanas a algo de mayor envergadura. Si bien las acciones de los hombres han sido totalmente libres, buenas, malas, pero con voluntad propia, este actuar no es indefinido. Con la llegada de los gángsters llega un nuevo orden de cosas que evoca la finitud del tiempo dado y el juicio. Ahora las acciones son juzgadas.

"- Creo que soy un arrogante, Grace
- Sí, lo eres".

El tiempo dado se revela con su verdadero significado.

En palabras de su realizador, Dogville "es una película de emociones"; y Nicole Kidman encarna a la perfección el personaje de Grace. Bella, frágil y fuerte, encargada de llevar el misterio a Dogville. Como el desenlace.

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