T. O.: Soldados de Salamina. Producción: Lolafilms S.A. y Fernando Trueba P.C., S.A. (España, 2002). Productores: Andrés Vicente Gómez y Cristina Huete. Director: David Trueba. Argumento: basado en la novela homónima de Javier Cercas. Guión: David Trueba. Fotografía: Javier Aguirresarobe. Dirección artística: Salvador Parra. Vestuario: Lala Huete. Sonido: Jorge Ruiz, José Antonio Bermúdez y Raúl Lasvignes. Maquillaje y Peluquería: Gregorio Ros y Pepito Juez. Intérpretes: Ariadna Gil (Lola), Ramon Fontserè (Rafael Sánchez-Mazas), Diego Luna (Gastón), Joan Dalmau (Miralles), María Botto (Conchi) Alberto Ferreiro (Joven Miliciano). Color - 112 min. Estreno en España: 21-III-2003.

Lola (Ariadna Gil) es una escritora en crisis que hace ya mucho tiempo dejó de tener ideas brillantes con las que dar vida a novelas a pesar de haber sido una joven promesa de la literatura española en su adolescencia. El periódico en que trabaja le pide un artículo en que conmemore las circunstancias de la muerte de Machado en Colliure en el 1939, justo a finales de la Guerra Civil española. Este artículo la llevará a recordar a una figura intelectual del régimen, Rafael Sánchez-Mazas, con una historia de huida y persecución fascinante y, a su vez, intrigante por los vacíos y la mítica de un relato contado de boca en boca por algunos de sus protagonistas, pero no por parte del protagonista principal; historia ocurrida durante los últimos tiempos de la guerra. Poco a poco, y a pesar de sus miedos a un nuevo fracaso, Lola se verá atrapada por el personaje y su historia y entrará en contacto con los diferentes testimonios vivos de la huida de Sánchez-Mazas de las tropas republicanas en retirada.

Este es el punto de partida del polifacético director de La buena vida y Obra maestra David Trueba en su última película Soldados de Salamina como así también de la novela homónima de Javier Cercas en que está basada. Ambos autores destacan por su versatilidad e interés por la escritura ya que, más allá de la manifiesta profesión del segundo, David Trueba ha trabajado como guionista en varios films y ha publicado también un par de novelas. La película, que es una de las candidatas españolas a ser nominada al Mejor film de habla no inglesa en los Óscar de Hollywood, cuenta con un buen plantel de actores, la mayoría de origen catalán, y la colaboración de algunos de los testimonios vivos del suceso que se cuenta.

El desarrollo del film concurre paralelo al de la novela, contando la reconstrucción del pasado mediante los testimonios en interesantes lapsos de tiempo que transportan al espectador a la fuga de Sánchez Mazas por bosques y masías próximas a Girona, antes de poder reunirse con el bando nacional y asumir la trascendencia política de la que gozó en los primeros tiempos de la Dictadura.

Cabe decir que David Trueba ha sido muy fiel al trabajo de Javier Cercas, aunque también ha cambiado algunos elementos, al parecer sin demasiada importancia pero con resultados no muy exitosos a nuestro modo de ver. Ariadna Gil, pareja del director, interpreta a Lola a pesar de que en el libro el protagonista es un hombre. Este hecho cambia por completo la relación entre el protagonista y tres de sus personajes, Conchi (la chica que se dedica a la videncia), Miralles (el excombatiente) y Gastón (el estudiante), ya que con la primera no se produce la tensión sexual necesaria para una relación sentimental, y con los otros dos se establecen vínculos afectivos muy diferentes a los que explica Cercas. Por otro lado, la trayectoria personal de la novelista en crisis carece de importancia y no se profundiza en ella lo suficiente como para entenderla. Además se ve fracturada por la otra historia, la ocurrida durante la Guerra Civil que sí consigue interesar por su personaje principal, ya que retrata de manera sobrecogedora y realista un contexto y una situación concreta impactante y próxima sobre todo en el espacio, pero también relativamente en el tiempo.

Parece ser que el rodaje de la película recibió un apoyo total por parte de los supervivientes de los hechos que explica, como también de la población de la provincia de Girona donde se desarrolla la acción que no sólo dio facilidades a nivel municipal sino que colaboró y siguió el proceso de rodaje con creciente espectación. Y es que tanto Cercas como Trueba han conseguido una hazaña con esta historia: hablar de la guerra no en términos de bandos sino de personas que vivieron el conflicto desde sus posiciones ideológicas, pero fundamentalmente como seres humanos con todas las debilidades y valentías que eso comporta. No se trata de una película de buenos y malos, se trata de una visión más objetiva y menos partidista de la Guerra Civil española; posición que nos puede ayudar a entender mejor el conflicto y a no olvidar a sus auténticos protagonistas: la gente normal que lo sufrió.

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