Málaga 2012: 15 Festival de Málaga de Cine Español

Unas cuatrocientas butacas hinchables transformaron la emblemática calle Larios de Málaga en una sala de cine improvisada para dar la bienvenida al 15 Festival de Málaga de Cine Español. Los asistentes, ataviados con gafas para ver cine en tres dimensiones, fueron obsequiados con paquetes de palomitas antes de ser sorprendidos con una representación musical. El certamen abrió las puertas de esta edición ofreciendo una apuesta por la diversidad de producciones en la que se dieron cita por igual nuevos y viejos talentos, películas de tono autoral con cintas claramente comerciales y sin complejos.

Transcurridos siete intensos días, pese a la crisis en la que estamos embarcados, pese al recorte de un día en su habitual duración, y la disminución de entre un 20% a un 30% en el precio de las entradas, el Festival recaudó 82.275 euros, que frente a los 65.860 euros contabilizados el pasado año supone un aumento de un 22% en ingresos de taquilla, dato que anunció el director del certamen, Carmelo Romero, en la rueda de prensa ofrecida dos días después de la clausura, calificándolo de “muy significativo ya que significa que ha habido muchísima gente”. El total de espectadores que han pagado su entrada es de 28.032 a los que hay que sumar la prensa acreditada (915 profesionales), las sesiones de libre acceso, las exposiciones, las masterclass, conciertos y otras actividades paralelas. Damián Caneda, concejal de cultura del Ayuntamiento de Málaga, hizo hincapié en el hecho de que por primera vez, estos datos estarán homologados por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. También significó una repercusión para la economía malagueña de 1.205.000 euros, contabilizando la contratación de empresas profesionales, personal temporal, servicios (galas, audiovisuales,…) y el incremento de los servicios hoteleros y de restauración. El dato económico supone el cumplimiento de uno de los objetivos, sacar el Festival a la calle, e identificarlo con la ciudad.

El número de películas programadas fue de 157, proyectando 225 sesiones, de las cuales 55 han colgado el cartel de “entradas agotadas”, 7 en el Teatro Cervantes, 41 en el Cine Albéniz, 6 en el Rectorado UMA y 1 en el Teatro Echegaray.

Destaca también el aumento de presencia del Festival en las Redes Sociales, según la información de la empresa malagueña INFODELMEDIA, que se ha encargado de la gestión de la página web, www.festivaldemalaga.com, durante el mes de abril se han registrado 120.000 visitas, que supone un 38% de aumento respecto a la anterior edición, 5.380 seguidores en Facebook, 11.133 en Twiter y por primera vez se ha creado una WebTV a través de la que se han emitido transmisiones en streaming de los actos más significativos de la 15 Edición.

La Sección Oficial, diversidad en su propuesta.
Entrando ya en el ámbito cinematográfico la pluralidad ofrecida en la Sección Oficial ha dado muestras de que el cine español dentro de su inseguridad y su inestabilidad busca una renovación que esperamos seguir viendo en sucesivas ediciones. Tres son las propuestas que han destacado por encima de las demás en esta sección, en definitiva, las que se llevaron los premios más importantes del certamen. La primera Els nens salvatges, opera prima de Patricia Ferreira, que nos propone situarnos en el punto de vista de tres adolescentes para poner el acento en uno de los temas más preocupantes en la actualidad, la educación. Con un guión solvente y sin un ápice de paternalismo ni condescendencia nos enfrenta con el dilema actual de los recortes sociales en el sistema educativo, base de la convivencia y la democracia en nuestra sociedad. “Hasta ahora, el problema era mío. A partir de ahora, va a ser de todos”, frase que en boca de una de las madres (interpretada por la actriz Ana Fernández) resume el conflicto propuesto. La Biznaga de Oro a la Mejor Película junto a Mejor Guión para Patricia Ferreira y Virginia Yagüe, Mejor Actriz de Reparto para Aina Clotet (Los infieles, de Hazanavicius; Elisa K de Jordi Cadena y Judith Colell, 53 Días de invierno de Judith Colell) y Mejor Actor de Reparto para Álex Monner, (REC 3 de Paco Plaza,Héroes de Pau Freixas, Pulseres vermelles de tv3) ex aquo con Álvarez Cervantes por su papel en El sexo de los ángeles, darán el empuje necesario para que mucha gente acuda a ver una película muy necesaria, y de la que hay que esperar una carrera directa hacia los Goya.

La segunda propuesta, A puerta fría, de Xavi Puebla (Bienvenido a Farewell-Gutmann 2008, Noche de fiesta 1999), tercer largometraje con un guión digno del mejor cine clásico o western crepuscular, nos propone un interesante viaje al corazón del deterioro social actual, a través de una visión amarga del mundo empresarial. Un mundo donde los nuevos métodos de negocio se unen a jóvenes vendedores que destilan mayor agresividad y cierta prepotencia en un mundo globalizado y pretendidamente multicultural, en el que no tienen ningún reparo en hacer cualquier cosa por no perder una comisión. Contrapuesto a este nuevo panorama, el director nos adentra al espacio de los grandes dinosaurios comerciales, siempre al borde de perder su trabajo. Con un magistral Antonio Dechent, por fin dispone de un papel de gran calibre, donde su frase: “No hay zona grande, sino vendedor pequeño. No hay producto caro, sino vendedor barato.” define su personaje. Premiado con la Biznaga de Plata al mejor Actor, y acompañado de grandes actores como José Luís García Pérez, José Ángel Egido, y un soberbio y elegante Nick Nolte entre otros, componen una de las películas más sólidas de las presentadas a concurso. La película también se alzó con la Biznaga de Plata Premio de la Crítica.

La tercera propuesta cambia radicalmente de registro, convirtiéndose en el fenómeno del Festival, se trata de la película de Paco León, Carmina o Revienta, insólito falso documentalcon el que se estrena como director y en el que se rodea de su familia, su hermana María León (ganadora del Goya y la Concha de Plata por La voz dormida), y su madre Carmina Barrios absoluta protagonista de la cinta con una fuerza interpretativa y naturalidad sorprendentes, donde buscando la complicidad con el espectador así como la risa fácil, construye un personaje a la vez inimaginable como cercano en su cinismo y su descaro. Ganadora de la Biznaga de Plata a la Mejor actriz, decisión que dividió a la crítica asistente. También se llevó la Biznaga de Plata Premio Especial del jurado, posiblemente por el lavado de cara que puede significar para el cine de humor español, y porque puede ser un bombazo en las taquillas del estilo Torrente, como señaló la Biznaga de Plata Premio del Público, cantada desde su primera proyección.

El resto de las películas participantes cubrieron un palmarés dispuesto a dejar a todo el mundo contento, pues el jurado integrado por Gonzalo Suárez, Presidente,Raúl Arévalo, Enrique Brinkmann, Inma Cuesta, Isona Passola, Goya Toledo e Iván Trujillo decidieron diversificar los premios otorgados. Así hubo una Mención Especial para Kanimambo, de temática reivindicativa con Mozambique, al borde del documental que no atrapó a los asistentes a su proyección, una cinta de difícil distribución en salas. Doble premio quizás excesivo para una apergaminada propuesta de Imanol Uribe, Miel de naranjas, Biznaga de Plata a la Mejor Dirección y Biznaga de Plata al Mejor Guionista Novel para Remedios Crespo. La Biznaga de Plata a la Mejor Banda Sonora Original para Wilaya, para Aziza Brahim, bella y delicada composición para la primera película saharaui, que nos pone en mente las deudas que aún tenemos con este pueblo. Una Biznaga de Plata al Mejor Montaje para The Pelayos, una de las grandes decepciones del festival. Así como cuestionables las Biznaga de Plata a la Mejor Fotografía y el Premio del Jurado Joven para El sexo de los ángeles, Xavier Villaverde, y Memorias de mis putas tristes, Henning Carlsen, respectivamente, esta última enésima adaptación de una obra de Gabriel García Márquez. Para terminar este numeroso y dispar reparto nombrar la Mención Especial que se concedió a Ángela Molina por su papel en Memorias de mis putas tristes.

Olvidadas quedaron O Apostolo, película de animación con el sistema stop motion, de gran trabajo que dio como resultado brillantez técnica y una propuesta original mezclando el Camino de Santiago con referencias un tanto góticas del cine más clásico de terror, un guión un tanto esquemático en su desarrollo, pero la propuesta animada es acertada y apostamos por su continuidad. . La suerte en tus manos, de co-producción argentina-españa, una divertida historia romántica que no aporta nada nuevo, sólo el interés para seguidores del cantautor Jorge Drexler. Adiós a la Reina, Benoit Jacquot, coproducción con Francia, que clausuró el Festival, parece una señal del cine hacia donde tenemos que dirigirnos, lejano aún principalmente por que aún adolecemos de un claro concepto que está arraigado en el cine del país vecino, el de la defensa y consumo de su cine como algo inherente a su cultura. Los indicadores de recortes en leyes, subvenciones y apoyos para el futuro próximo no nos dan muchas esperanzas de poder seguir este camino.

A la Sección Oficial acompañaron diversos apartados, alguno de ellos ya habituales, como el de ZonaZine, dedicada al cine más arriesgado e independiente del panorama nacional, donde la atrevida pero desigual 12+1 Una Comedia Metafísica, de Chiqui Carabante, conMejor Película y Mejor Dirección compartió honores con Seis puntos sobre Emma, Mejor Guión y Premio del Público, destacado debut de Roberto Pérez Toledo. Territorio Latinoamericano, tradicional ventana abierta a la pujante producción de ficción producida en los países de habla española, de la que cabe solamente destacar la producción colombiana ganadora, Silencio en el Parais, una sólida visión de los conflictos más arraigados en aquella tierra. Y la Sección Documental donde se proyectaron 30 documentales que nos muestran una peculiar visión de conjunto de la compleja realidad, 18 de ellos en concurso. Se premió dos producciones españolas rodadas en el extranjero, Yatasto, una historia de cartoneros infantiles en Buenos Aires y Otra noche en la tierra, una mirada al Egipto actual a través de la mirada de los taxistas y los usuarios de este transporte. El Premio Especial del Jurado para El foso, largometraje documental sobre los músicos que tocan en la Orquesta de la Ópera del Gran Teatro del Liceo. Propuestas interesantes pero que será difícil que podamos ver en nuestras carteleras.

Este año los premios y homenajes se repartieron a lo largo de los días del Festival, para Cesc Gay (En la Ciudad, V.O.S o Ficción), el Premio Eloy de la Iglesia, en reconocimiento a su carrera como director y guionista. Un merecido homenaje a Roque Baños, Premio Ricardo Franco, por una dilatada carrera con numerosos reconocimientos, entre los que cabe destacar nueve nominaciones a los premios Goya. El Premio Retrospectiva, para el director Jaime Chávarri (Las cosas del querer, Gran slalom, El año del diluvio, Camarón) motivo por el cual se proyectó una selección de sus películas más significativas. PremioMálaga Sur, galardón cuya adjudicación se decide habitualmente adelantado al Festival, y que se otorga cada año a un actor/actriz con una extensa y exitosa trayectoria profesional. Este año fue para Elena Anaya. Y el Fallo del Jurado al Premio Julio Alejandro, que destaca un guión, para La puerta del amor, de Manuel Hidalgo y Ana Diez.

También la 15 Edición del Festival de Málaga de Cine Español, entregó un merecido homenaje al largometraje La tía Tula, de Miguel Picazo, en su sección Película de Oro, al mismo tiempo que se realizó la presentación del libro La tía Tula. Guión cinematográfico, una edición de la Diputación Provincial de Jaén en colaboración con el Festival de Málaga.

Actividad paralela fue la celebración de las jornadas Afirmando los Derechos de la Mujer, donde se proyectó la película Las constituyentes, de Oliva Costa, documental sobre las 27 mujeres, diputadas y senadoras que, desde su trabajo parlamentario en la legislatura constituyente de 1977, fueron protagonistas del cambio político hacia la democracia en España desde la dictadura del general Franco. La proyección desembocó en un interesante debate en el que participaron Purificación Pineda (directora General del Área de Igualdad del Ayuntamiento de Málaga), Charo Izquierdo (directora de la revista Yo Dona) y Oliva Costa (directora de cine).

Destacar por último la nutrida asistencia de público a las Masterclass, Animation to play de Matías Marcos, experto en animación. Fernando Colomo mostrando una magistral clase sobre cine y dirección de cine. Y La importancia del storyboard en la producción de la animación, de Raúl García, que desarrolla su carrera en Estados Unidos en estudios como los de Walt Disney.

El Festival de Cine Español de Málaga concluye dejando como colofón algunos temas sobre los que reflexionar, principalmente el feroz recorte acometido por el Gobierno que ha dejado en estado precario a todo el sector audiovisual. Pedro Pérez, presidente de FAPAE (Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles), compareció en rueda de prensa para repasar los datos actualizados de la producción cinematográfica donde el incremento de desempleo fue de un 9,3% en 2011, frente a la media del 1,22% (sólo superado por el de la construcción). La taquilla ha caído un 16% respecto al año anterior. A 20 de abril se han notificado 33 rodajes (63 en el mismo periodo del 2011) lo que supone un 47,6% menos. El sector en estos momentos esta haciendo un gran esfuerzo para ajustar la industria mientras se sigue solicitando al Gobierno la desgravación del 40%, quizás la única opción para seguir subsistiendo. La incertidumbre es uno de los problemas actuales. Se le suma el apoyo inconsciente de muchos que aún no calibran la importancia de nuestro cine como industria generadora de empleo pero ante todo como generador de cultura en sí misma.

El Festival ha demostrado que el cine español esta enfermo, pero no es incurable, de hecho se resiste a darse por vencido, pero tendremos que tomar el pulso en la próxima edición, dando tiempo a que encuentre nuevas fórmulas que le alejen un tanto del convencionalismo en el que está estancado y aunque la elección de películas para la competición sea más escasa, aumente la diversidad iniciada.