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FILM REVIEWS



Encontrarás dragones:
Buscando la libertad

Por Julio Rodríguez Chico


T. O.: There Be Dragons. Producción: Mount Santa Fe, con la colaboración de Antena 3 TV (España-USA, 2011). Productores: Roland Joffé, Ignacio Gómez-Sancha, Ignacio Núñez y Guy J. Louthan. Director: Roland Joffé. Guión: Roland Joffé. Fotografía: Gabriel Beristain. Música: Stephen Warbeck. Diseño de producción: Eugenio Zanetti. Decorados: Sonia Aranzabal y Marcelo Salvioli. Vestuario: Ivonne Blake. Montaje: Richard Nord.

Intèrprets: Charlie Cox (Josemaría Escrivá), Wes Bentley (Manolo Torres), Douglas Scott (Robert), Olga Kurylenko (Ildiko), Rodrigo Santoro (Oriol), Ana Torrent (Doña Dolores), Jordi Mollà (Don José), Geraldine Chaplin (Abileyza), Pablo Lapadula (Isidoro), Unax Ugalde (Pedro), Golshifteh Farahani (Leila), Dolores Reynals (Carmen), Alfonso Bassave (Jiménez), Alejandro Casaseca (Jaime), Rusty Lemorande (P. Lázaro), Yaiza Guimaré (Pilar), Jan Cornet (Ortiz), Pedro Merlo (Álvaro), Derek Jacobi (Honorio), Carlos Leal (Jorge).

Color – 117 min. Estreno en España: 25-III-2011

 

La épica está de moda en el cine y la sociedad parece exigirle nuevos héroes que se presenten ante el espectador como seres próximos y cercanos. En el nuevo milenio, a la cámara le interesan las pequeñas hazañas de la gente corriente... cuando las que puedan aportar superhéroes del cómic como Spider-Man o Batman ya no son suficientes. Son los héroes de lo ordinario, individuos de la calle que no hacen sino lo que creen conveniente y que a veces no lo consiguen, personas que tratan de encontrar el amor en su vida y que a duras penas terminan descubriéndolo por la vía del perdón.

Con este cine épico de lo cotidiano se busca, a su vez, la empatía con un espectador que necesita testimonios vivos y verosímiles, personajes con los que poderse identificar en su día a día y en sus dificultades, respuestas que calmen una inquietud creciente que la pura ficción no puede saciar... porque la vida es siempre el mayor espectáculo (de ahí el auge del propio cine documental). Por todo eso, puede decirse que There Be Dragons, la nueva película de Roland Joffé, se inscribe en la línea más vanguardista de la cinematografía del nuevo milenio.

Dos amigos y una guerra civil, un padre encadenado al pasado por el odio y otro que enseñó a su hijo a perdonar para ser libre. Es la España de 1936, y a ella regresa Robert en su investigación para escribir un libro sobre el fundador del Opus Dei. Pronto descubre que entre éste y su padre Manolo –con el que no se habla desde hace años– había una amistad desde la infancia, enturbiada después por bombas y odios, por traiciones y rencores... auténticos dragones que la vida les tenía deparados: Manolo se encerró en su orgullo y dolor, Josemaría eludió las diferencias y buscó a las personas. En ese marco bélico y con una mirada humanista, Encontrarás dragones nos ofrece toda la épica que conlleva una guerra y también un puñado de profundos e intensos sentimientos.

Sin prejuicios políticos, ideológicos ni religiosos. Así hay que ver esta película de Roland Joffé, en la línea de lo que nos ofreció en Los gritos del silencio (1984) y La Misión (1986). Un relato de héroes obligados a tomar postura en un conflicto pero con idénticos ideales patrióticos, y un drama íntimo con el que algunos han vivido hasta hoy... con heridas que es preciso cicatrizar. El perdón frente al odio y el espíritu de reconciliación para aplacar la venganza: ese es el camino que Joffé quiere mostrarnos a partir de esta semblanza de san Josemaría, construida al estilo americano con todo su efectismo, ya desde su envolvente banda sonora. La propuesta llega con equilibrio y honestidad, y se resaltan tanto los ideales y valentía del anarquista Oriol como la mansedumbre y lealtad de Escrivá de Balaguer, e incluso se da una segunda oportunidad a un traidor sin libertad interior... al que su hijo trata de rescatar de la oscuridad.

Al buscar resaltar la fuerza del perdón, el director no duda en destacar el ánimo del joven sacerdote y en contraponerlo a la actitud enconada de Manolo... porque en ese contraste encuentra la ficción su punto de apoyo, sin caer en lo panfletario. Hay vida y autenticidad en las palabras y motivaciones de los personajes, y eso el espectador lo percibe... para situarse a su lado y alejarse de las ideologías. Aunque no faltan las emociones –con la escena del judío o la agonía de Manolo como lo más entrañable–, la brillantez llega con su cuidado diseño de producción y vestuario –hay cuatro profesionales con Oscar al frente– para ambientar una época convulsa y compleja. Idealismos, celos y pasiones encendidas, ánimos de revancha y temores a la denuncia, atropellos personales en ambos bandos y asaltos de iglesias... todo se encuentra en esta cinta que se olvida de partidismos y que apuesta por el retrato humanista.

Roland Joffé ha conseguido una película entretenida y bien realizada, aunque el guión hace que arranque con cierta lentitud porque los flashes biográficos parecen deslavazados en su intento de dar demasiada información. Mayor intensidad tiene la trama de Robert que la de Manolo en su juventud o la del propio Josemaría, cuya figura quizá exigiese un punto más de energía.

Junto a la cuidada puesta en escena y ambientación de época (desde la chocolatería hasta los frentes de batalla), es justo hablar de unas interpretaciones correctas en las que Charlie Cox, Wes Bentley, Olga Kurylenko o Dougray Scott ceden el protagonismo a sus personajes, y con Unax Ugalde que destaca entre los secundarios españoles. Joffé ha regresado con un drama de redención desde lo más humano, con personajes que buscan la libertad con la bandera o el fusil, pero también con el perdón y la reconciliación.

 

FILMHISTORIA Online, Vol. XXI, nº 1 (2011)

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Grup de Recerca i Laboratori d'Història Contemporània i Cinema