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ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS A TRAVÉS DEL ESPEJO DE TIM BURTON
Por FRANCESC MARÍ i COMPANY
T. O.: Alice in Wonderland. Producción: Disney (USA, 2010). Productores: Joe Roth, Jennifer Todd, Suzanne Todd y Richard D. Zanuck. Director: Tim Burton. Argumento: basado en las novelas de Lewis Carroll Alice's Adventures in Wonderland y Through the Looking-Glass. Guión: Linda Woolverton. Fotografía: Dariusz Wolski. Música: Danny Elfman. Diseño de producción: Robert Stromberg. Montaje: Chris Lebenzon.
Intérpretes: Mia Wasikowska (Alicia Kingsleigh), Johnny Depp (Sombrerero Loco), Helena Bonham Carter (Reina Roja), Anne Hathaway (Reina Blanca), Crispin Glover (Stayne), Matt Lucas (Tweedledee/Tweedledum), Stephen Fry (Gato de Cheshire, voz), Michael Sheen (Conejo Blanco, voz), Alan Rickman (Oruga Azul, voz), Barbara Windsor (Lirona, voz), Paul Whitehouse (Liebre de Marzo, voz), Timothy Spall (Bayard el Sabueso, voz), Imelda Staunton (Rosa, voz), Christopher Lee (Galimatazo, voz), Marton Csokas (Charles Kingsleigh).
Color – 108 min. Estreno en España: 16-IV-2010.
Alicia vuelve a nuestras pantallas, pero esta vez en carne y hueso, y de la mano del excéntrico realizador Tim Burton. Conocidas las tendencias góticas y oscuras del director no es de extrañar que el film, en mi opinión, no sea recomendable para todos los públicos como lo fue Alice in Wonderland (Clyde Geromini, Wilfred Jackson, Hamilton Luske, 1951). La película que tenemos entre manos, en un principio debía ser un remake del clásico de Disney, pero ha resultado ser la visión de Burton de los libros de Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas y Alicia a través del espejo, convirtiendo ambas historias en un film que las desfigura y las ambienta en lo tétrico.
El argumento se desarrolla trece años después del primer viaje de Alicia al País de las Maravillas, esta vez en lugar de estar dormitando en el jardín de una casa de campo, la aventura empieza cuando a Alicia le van a pedir la mano en matrimonio, pero ella, más interesada en un conejo blanco con americana, huye y cae en la madriguera de dicho conejo. A partir de ese instante cree estar en el sueño que la atormenta desde que tiene razón, pero no logra despertarse como lo había hechos otras veces. En este mundo, al que sus extraños habitantes llaman Submundo, encuentra a todo tipo de personajes: orugas, flores, perros que hablan, soldados con forma de carta, al gato de Chesshire, al Sombrerero Loco, la libre, etc. Y todos ellos hablan del “Día Glorisioso” en que la malvada Reina Roja será derrotada y en su lugar reinará su hermana la Reina Blanca., y todos confían en que Alicia sea la encargada de derrotarla.
Un reparto excelente, a la par que caro, contando con los habituales de Burton, Johnny Depp y Helena Bonham Carter –la esposa del director–, desgraciadamente desaprovechados por la poca calidad del guión. La fantástica actuación que todo el mundo esperaba de Johnny Depp se queda reducida a una mezcla forzada de diversos de sus personajes anteriores, ya que el Sombrerero Loco tiene algo de Willy Wonka (Charlie y la Fábrica de Chocolate, 2005), Jack Sparrow (Piratas del Caribe, 2003, 2006 y 2007) y Eduardo Manostijeras (Eduardo Manostijeras, 1990), creando así un personaje un poco fuera de lugar, forzado y tosco. Respecto a los demás actores, a pesar de su caché y su auténtico talento, interpretan a unos personajes que más que locos o raros, están sobreactuados.
En las escenas en que Alicia está en el mundo real, el ambiente es típico de una novela de Jane Austen, y los actores se ajustan a esta situación, pero una vez que Alicia atraviesa la madriguera, los actores van perdiendo valor, la Reina de Corazones, convertida en Reina Roja (Helena Bonham Carter) con una inmensa cabeza –completamente gratuita para el argumento– es una caricatura grotesca del personaje que Bonham Carter interpreta en diversas entregas de la saga de Harry Potter, un personaje chillón y con mucha mala uva, que se hace odiosa por la falsedad de la actuación y no por el carácter del personaje. La Reina Blanca (Anne Hathaway) –extremadamente mal caracterizada– hace un papel cómico sobrecargado, en una mezcla de finura y rudeza, que con suerte provoca la sonrisa. Stayne (Crispin Glover) –que se supone que es como la J de corazones, pues no se llega a decir– interpreta un personaje insípido y odioso que se vende al mejor postor para conseguir poder. Matt Lucas –conocido en Inglaterra por ser uno de los creadores de la desagradable serie Little Britain– intrepreta a dos personajes gemelos, Tweedledee y Tweedledum, que son unos de los personajes cómicos del fim, pero más que gracia provocan indiferencia.
Respecto a Mia Wasikowska en el papel de Alicia, da la sensación de no estar interesada por la película ya que sobreactúa como si estuviera filmando una película para adolescentes para la televisión de la productora Disney, ya que no muestra ningún tipo de sentimiento, y las pocas veces que lo hace, se nota la actuación forzada. En cuanto a los actores que dan la voz a los personajes generados por ordenador, por muy bueno que sea su trabajo, éste se pierde en la versión doblada. Donde el film es redondo, es en la convinación de personajes humanos -algunos deformados- con los personajes y los decorados creados por ordenador.
En cuanto a los decorados y a la ambientación, mientras que el clásico de animación de 1951 es colorido y alegre, a pesar de ser muy rocambolesco, este film es gris y oscuro, llegando a ser tétrico –característica habitual de los filmes de Tim Burton.
Para terminar una curiosidad y una consideración, la primera es que este film es la primera adaptación de las novelas de Carroll en que la ropa de Alicia no se encoje ni crece junto con ella. Y la segunda, que el 3D, exceptuando las apariciones del Gato de Cheshire, es completamente gratuito e, incluso, incómodo.
Tres imágenes de Alicia en el clásico de Disney de 1951, en la versión de Tim Burton y un gravado de la novela original.
En definitiva, Alicia en el País de las Maravillas es una película enfocada a los auténticos seguidores de Tim Burton, a pesar de no ser un film cien por cien de su estilo, y al público adolescente –aunque no resulta muy recomendable para los pequeños de la casa–. Pero todos aquellos que crecieron viendo los clásicos de Walt Disney posiblemente saldrán defraudados de las salas, ya que este supuesto remake del clásico de animación no se parece más que en los personajes, y no en todos; pues la misma Alicia no es una niña sino una joven de veinte años.
FILMHISTORIA Online, Vol. XX, nº 1 (2010)
Grup de Recerca i Laboratori d'Història Contemporània i Cinema
