Durante los días 18, 19 y 20 de octubre de 2007, tuvo lugar en Barcelona la II Muestra de Cine Indígena, organizada por la organización no gubernamental AlterNativa. Intercambio con Pueblos Indígenas y la Coordinadora Latinoamericana de Cine y Comunicación de los Pueblos Indígenas (CLACPI).

La Muestra nace con la voluntad de crear un espacio en el que los pueblos indígenas puedan dar a conocer, des de su propio discurso, cuales son sus vivencias y problemáticas, sus valores y tradiciones, y sus luchas y anhelos.

De esta manera, la Muestra se erige en un importante elemento de conocimiento de las realidades sociales, políticas, económicas y culturales de los pueblos indígenas mediante la difusión y visibilización de los diversos registros de la producción audiovisual nativa .

En primer lugar, se pronunciaron un conjunto de Conferencias en Casa  América de Cataluña, donde diferentes portavoces indígenas expusieron sus experiencias y conocimientos alrededor de tres ejes temáticos:


            - Medios de comunicación activismo, cultura y desarrollo de los Pueblos Indígenas.
            - El audiovisual como registro cultural y de apoderamiento.
            - Experiencia en medios de comunicación comunitarios.

Más  tarde, la Muestra continuó con la Proyección de un conjunto de películas en las magníficas instalaciones del Instituto Francés, donde se realizó una retrospectiva de los films que participaron en el VIII Festival Internacional de Cine y Vídeo de los Pueblos Indígenas RAIZ DE LA IMAGEN celebrado en Oaxaca (Méjico) en el 2006.

La muestra abrió con el pase del documental Meu Primeiro Contato (Mi primer contacto), realizado por Mari Corrêa y Kumaré Txicao y producido por Vídeo en las Aldeias (55min, 2005, Brasil), que refleja los recuerdos y la percepción del pueblo  Ikpeng sobre sus primeros contactos con el hombre blanco, su colonización y su exilio forzoso al parque indígena de Xingu. Sus problemas más dramáticos vinieron con la llegada de unos pájaros estruendosos que modificaron para siempre sus vidas…

JUAN JOSÉ GARCÍA, portavoz mejicano de la organización OJO DE AGUA COMUNICACIÓN, incidió en la importancia que han tomado en las últimas décadas los diferentes registros de la comunicación audiovisual para los pueblos indígenas. 

En efecto, el control de una producción audiovisual propia y de sus correspondientes canales de difusión, ha permitido a los pueblos indígenas alcanzar un triple objetivo:

1) Documentar la tradición oral y construir una recuperación y revalorización de aquellos elementos identitarios y culturales propios, para hacer frente así al legado que las políticas de asimilación de los estados-nación habían llevado a cabo, sobretodo gracias al control de la enseñanza, donde se difundían los valores de la sociedad dominante y se prohibía la lengua nativa, y que tuvo como consecuencia el rechazo de los mismos indígenas hacia su identidad cultural.

Dentro de este campo se visionaron una serie de documentales que hacen alusión a la importancia de la educación  y de la recuperación de la lengua y de las prácticas nativas.

Iskay Yachay (Los dos saberes), realizada por Rodrigo Otero y Maja Tillman y  producida por Sacha Videos (2005, 31 min), narra las opiniones de los campesinos y maestros de los Andes peruanos que hablan del tipo de escuela que quieren para sus hijos manifestándose un interés por retomar una educación donde la prioridad sea la lengua materna y las prácticas y conocimientos tradicionales, como el trabajo comunitario que se desarrolla teniendo en cuenta los ciclos de la Madre Tierra. Gracias al trabajo de la institución CEPROSI del Cuzco se ha impulsado este proceso de concienciación sobre la necesidad de dar prioridad a una educación de los niños que sea sensible a su identidad cultural, pero, a la vez, sin olvidar que es lo que pueden aprender del mundo occidental.

Dulce Convivencia, realizada por Filoteo Gómez Martínez y producida por Independiente (2004, 18 minutos), muestra el proceso de producción de la panela en Quetzaltepec Mixe, Oaxaca, con la que se endulzan muchos alimentos y que constituye la base de muchos postres y dulces tradicionales. Su único ingrediente es el jugo de la caña de azúcar que es cocido a altas temperaturas hasta formar una melaza bastante densa; luego se pasa a unos moldes en forma de cubo donde se deja secar hasta que se solidifica o cuaja. La elaboración de la panela es un elemento importante de la vida de la comunidad indígena: refleja la significación de compartir el trabajo con el resto del grupo como forma de reforzar el vínculo existente entre todos sus miembros. A la vez, supone una lucha por ser auto sustentables y abastecerse con sus propios cultivos, lo que les permite pensar menos en el dinero.

Un poquito de, realizada con Dominique Jonard y producida por MOVIM (2006, 11 min), es una proyección infantil animada que muestra la vida cotidiana de los pueblos cercanos al volcán Popocatepetl: el cultivo del amaranto, alimento prehispánico con el que se produce el dulce de la alegría, que se vende en el mercado mediante la práctica ancestral del trueque. Un hecho singular que tiene al volcán como protagonista, servirá  para describir las prácticas mágicas de las curanderas.

También sirvió para analizar la espiritualidad indígena el documental The Ghost Riders  (Cavalgada Espiritual),realizada por Vincent Blackhawk Aamodt y producida por Paha Sapa Films (2005, 58 minutos). Desde diciembre de 1986 jóvenes indígenas Lakota junto a sus dirigentes ensillan sus caballos y emprenden la Cabalgada Memorial de Bigfoot, viaje espiritual de dos semanas que cruza unos 500 kms a través de las planícies nevadas de Dakota del Sur con destino final a Wounded Knee, donde el 29 de diciembre de 1890 el grupo de más de 300 personas liderado por el Jefe Bigfoot, la mayoría mujeres, niños y ancianos, y que ya habían sido desarmados, fueron masacrados a manos del Séptimo de Caballería. Esta peregrinación en honor de sus ancestros tiene sus orígenes en 1986, cuando un hombre sagrado Lakota tuvo una visión en la que los indígenas contemporáneos recorrían las mismas sendas que sus antepasados. Para los Lakota, la búsqueda de una visión constituye el medio para recibir la orientación y ayuda de los poderes sagrados, el Gran Espíritu o Wakan Tanka, de forma que los mensajes que se reciben han de ser tomados en consideración.

2) Sacar a la luz realidades que habían sido completamente escondidas a la opinión pública durante mucho tiempo por unos medios de comunicación manipulados por el gobierno central.     

Así por ejemplo, en Méjico el Tribunal Supremo ha denegado el proyecto de ley sobre radio y televisión que pretendía reconocer a los medios comunitarios que, de esta manera, se ven obligados a perdurar en la ilegalidad. Gracias a la expansión del uso de las cámaras de vídeo, los pueblos indígenas de Méjico han podido tomar conciencia de la dimensión real de sus problemas cotidianos: los límites que fija el estado en relación a sus derechos a la tierra, una deforestación poco sostenible que únicamente beneficia a los grandes capitales, unos centros de salud precarios con escasez de recursos técnicos y humanos…

ALBERTO MUENALA, miembro de RUPAI y coordinador de la Coordinadora Latinoamericana de Cine y Comunicación de los Pueblos Indígenas nos habló de la situación en Ecuador, donde los nativos empezaron a utilizar el vídeo a mediados de los ochenta para romper la imagen folklorizada que se había dado de ellos y para plasmar las luchas de un movimiento indígena que se irá consolidando a lo largo de los noventa. El vídeo se erige en una arma de protesta política para denunciar las persecuciones y ausencia de participación indígena en la toma de decisiones políticas.

A partir del 2000 el vídeo pasa a constituirse también como un elemento de autocrítica donde el movimiento indígena  reflexiona sobre los errores cometidos en el pasado y se da cuenta que el apoyo a los militares para derrocar al gobierno no ha servido para incrementar su visibilidad. El Gobierno ecuatoriano no reconoce el derecho de los pueblos indígenas a tener sus propios medios de comunicación ni sus propias señales de forma que se ven obligados a comprar esos espacios.

NICOLAS IPAMO, miembro de la Coordinadora Audiovisual Indígena de Bolivia (CAIB), y IVAN SANJINÉS, del Centro de Formación y Realización Cinematográfica (CEFREC) nos hablaron de la situación en Bolivia, donde el 65% de la población es indígena. Señalan que al principio no comprendían la importancia de la producción audiovisual como canalizadora de procesos de comunicación. Pero a partir del V Festival Internacional de Cine y Vídeo de los Pueblos Indígenas RAIZ DE LA IMAGEN celebrado en Bolivia reaccionaron al darse cuenta de los problemas que afectan a las comunidades. Se crean centros de formación comunitaria cuyos comunicadores empiezan poco a poco a hablar de autonomía indígena, educación bilingüe, equidad de género, autodeterminación. Pero el proceso para conseguir estas metas es lento. En 10 años solo se ha titulado un 5% del territorio indígena. Así que en octubre-noviembre del 2006 se realiza una marcha para presenta estas demandas al gobierno. Los medios de comunicación oficiales proyectan una imagen distorsionada de los pueblos indígenas como radicales y violentos, pero gracias a los vídeos y algunos espacios de televisión como Entre Culturas los comunicadores indígenas logran refutar esas informaciones y consiguen ganarse simpatías. Los pueblos indígenas quieren relaciones bilaterales con el gobierno y esto pasa por una reforma de la constitución que les fue impuesta y en la que fueron excluidos de toda participación. Actualmente el gobierno de Evo Morales está deliberando la aprobación de una nueva constitución que podría entrar en vigor a partir del 14 de diciembre del 2007.

ADRIANO SALDIVAR, miembro de la Coordinadora para la Autodeterminación de los Pueblos Indígenas (CAPI), que es una federación de comunidades indígenas de la región oriental, nos explicó su experiencia en la producción audiovisual y nos pasó el documental que se hizo con imágenes que el había registrado sin tener formación previa sobre la marcha contra el Estatuto de Pueblos y Comunidades Indígenas que se quiso imponer en noviembre del 2005 con el apoyo de los parlamentarios y de los indígenas de la capital, sin tener en cuenta a la mayoría de pueblos indígenas del Paraguay y que pretendía sustituir la anterior ley que les era más favorable. Los pueblos indígenas pidieron el veto del presidente a este estatuto que ya había sido aprobado por el Congreso. El presidente finalmente aceptó y la ley quedó derrogada.
En relación a la radio no hay experiencia de radios comunitarias por lo que se ven obligados a comprar sus espacios en una emisora eclesiástica.
Y si hablamos de la lengua, Adriano nos indica que el guaraní que la mayoría de indígenas hablan en Paraguay no es el originario, que se está perdiendo, si no una mezcla entre español y guaraní. Para denunciar estas realidades la Muestra se sirvió de unos documentales de marcado carácter político.

ELIAS PAYLLAN, portavoz mapuche del Centro de Comunicaciones JVKEN MAPU (Chile) nos trajo el documental WIXAGE ANAI (Despiértate, Álzate), producido por Cinco Metros Productions y Jifken Mapu (2005, 32 min), donde se nos informa del programa radial mapuche Wixage Anai  que se emite desde hace 14 años, de lunes a sábado a partir de las 20.00 en Radio Tierra.

Elias Payllan expone que a pesar de la supuesta democratización de la sociedad chilena y de sus medios de comunicación, en realidad existe un cerco comunicacional para los mapuches que se ven privados de espacios donde opinar y informar de sus realidades. Este vacío es el que ha tratado de llenar el programa radial Wixage Anai, concebido en primer lugar como una invitación a sus oyentes a recuperar y valorar lo mapuche. Es por ello que el programa es bilingüe, logrando que muchos indígenas vuelvan a utilizar y aprendan su propia lengua. También es muy importante la difusión de la música tradicional, o testimonios sobretodo de ancianos que se erigen en puentes del bagaje cultural mapuche para las nuevas generaciones. De esta manera, el programa pretende conectar y volver a unir a los mapuches entre si y superar la dislocación campo-ciudad, joven-anciano.

En segundo lugar, el programa pretende divulgar todos los acontecimientos que ocurren tanto en las comunidades como en Santiago, donde se concentra la mayor cantidad de población mapuche, y los anima a que alcen su voz y no se callen frente a las injusticias a las que todavía se ven sometidos. Hoy en día continúan vigentes leyes procedentes de la constitución política del régimen militar de Pinochet (1980), como la ley antiterrorista, de forma que el gobierno puede criminalizar y judicializar las demandas mapuches. Así se procede sin ningún respeto por los derechos civiles, se realizan allanamientos de morada, se violan los derechos al legítimo proceso y a una defensa justa…Actualmente hay 24 presos políticos mapuche y aunque la presidenta Michelet pueda tener buenas intenciones, se encuentra maniatada por estas leyes del régimen dictatorial de forma que urge una reforma constitucional.

Coherentes con la defensa de la autonomía política económica, política y territorial para fortalecer al pueblo mapuche, costean sus propios gastos lo que les otorga la independencia necesaria para hacer sentir sus críticas a través de las ondas.

Pa’ poder que nos den la tierra, realizado por Mauricio Acosta y producido por el Grupo de vídeo del tejido de comunicación ACIN-CXAB WAL KIWE (2005, 21 min, Colombia). A partir de los años 70 y bajo la consigna Libertad para la Madre Tierra, comunidades indígenas y campesinas tratan de recuperar tierras en manos de grandes terratenientes y solucionar el problema agrario. El vídeo muestra la ocupación de la Finca Japio, ubicada en el municipio de Caloto Cauca, donde centenares de miembros de la comunidad nasa del Resguardo de Caldono, entraron el 12 de octubre de 2005, para presionar al gobierno, ante el incumplimiento de acuerdos y para dar libertad a la madre tierra. Días después, se sumó la comunidad indígena nasa del norte del Cauca, para apoyar a los compañeros de Caldono, hasta sumar cerca de 2.000 indígenas en la Finca.

El grupo resistió hasta principios de diciembre, después de haber sufrido la represión protagonizada por los Escuadrones Móviles Antidisturbios ESMAD, quienes entraron golpeando a los comuneros, produciendo heridas de gravedad y torturas, y asesinando al indígena nasa Belisario Camayo. El episodio recuerda en gran medida los incidentes que se produjeron en Wounded Knee (Dakota del Sur) en 1973, poniendo de relieve la similitud de los conflictos en las relaciones entre los gobiernos estatales y los pueblos indígenas.

Luces en Acteal, documental realizado por Máximo Rojas Corte y producido por RC Comunicaciones (2005, 43 min, Méjico). 22 de diciembre de 1997. Un grupo paramilitar irrumpe en una ermita ubicada en Acteal (Chiapas) y asesina a 45 indígenas, la mayoría mujeres y niños que estaban rezando a favor de la paz. Esta masacre tuvo lugar en un contexto de violencia social y política que había sido denunciado repetidamente sin que nada se hiciera por repararlo. Al contrario, existe responsabilidad gubernamental tanto a nivel municipal, estatal y federal en la existencia, entrenamiento y acción de estos grupos paramilitares que fueron equipados con armas de alto poder de uso exclusivo del ejército. La masacre de Acteal no solamente fue la excusa para castigar la resistencia de las comunidades indígenas rebeldes, sinó que posibilitó la militarización del Estado, justificada como garante de la paz ante el supuesto conflicto intracomunitario. Además provocó la existencia de miles de desplazados internos por causa de la violencia paramilitar en la región y el desarrollo de lo que se vino a llamar guerra de baja intensidad del Estado en contra de las comunidades indígenas zapatistas. Gracias a la presión nacional e internacional, la masacre tuvo algunos costes para el gobierno mejicano: Ernesto Zedillo perdió la presidencia de la OMC, Emilio Chuayffet la Secretaría de Gobernación y Julio César Ruiz Ferro la gubernatura de Chiapas. Algunos autores materiales de la masacre han sido juzgados y condenados pero no los responsables intelectuales. Diez años después la crisis en Chiapas sigue abierta y la tensión sigue incrementando debido al resurgimiento de la actividad de los grupos paramilitares, mientras que siguen sin resolverse las causas del conflicto.

Luces en Acteal constituye un seguimiento periodístico que recoge los testimonios de los supervivientes de esa masacre que reclaman justícia, tanto para los fallecidos como para los heridos; entre ellos, el caso de la niña Zenaida Pérez que precisa de atenciones oftalmológicas y psicológicas. Se muestran también las ceremonias con cantos y danzas ligadas a la tradición de los pueblos totzil.

Guatemala: Tierra Arrasada, documental realizado por José Gaya y producido por Colectivo Miradas (2004, 51 min) narra de forma magistral la historia reciente y el presente de Guatemala.
A mediados del s. 20, el 0,2 % de la población controla el 40 % de las tierras cultivables. Estas desigualdades socio-económicas llevan al periodo revolucionario (1944-1954) con los gobiernos de Arévalo y Arbenz, que impulsó la reforma agraria.

La respuesta no se hizo esperar. La administración Eisenhower, las grandes multinacionales como la United Fruit Company y los grandes terratenientes se alían y realizan una invasión militar que derroca al gobierno Arbenz en 1954.

Las desigualdades sociales persisten y el descontento entre la población lleva a la alianza entre los campesinos y parte del ejército vinculado con los sectores populares, constituyendo así el nacimiento de la guerrilla en contra del gobierno títere que se había instaurado y que será sucedido por una serie de juntas militares.

En 1982, un nuevo golpe de estado, el del general Efraín Ríos Montt, derroca al gobierno de Fernando Romeo Lucas García y inicia la etapa más sangrienta de la historia de Guatemala, desatando la tierra arrasada en contra de la población civil. 440 aldeas son totalmente destruidas. Se destruyen las cosechas y a sus pobladores se les tortura, viola y quema vivos sin distinciones de edad ni de género. Los pocos que logran escapar se erigen en testigos del genocidio.
Ante el avance del ejército, el resto de comunidades indígenas empiezan a abandonar sus aldeas y se internan en la selva huyendo de la disyuntiva que les ofrecían los militares: pasar a formar parte de las patrullas de autodefensa civil o morir por colaborar con la guerrilla. La población indígena estaba en una situación desesperada y empieza a simpatizar con la guerrilla que prosperará en las regiones indígenas del país.  

Estas patrullas de autodefensa civil se erigieron en grupos paramilitares que, gracias al amparo y tutela del ejército, y a su buen conocimiento del terreno, protagonizaron buena parte del acoso y atrocidades cometidas en contra de la población civil.

Unas 20.000 personas se organizan en las comunidades de poblaciones en resistencia. Sus objetivos, mejorar la educación, la salud, la alimentación, equidad de género y un desarrollo integral y sostenible.

Finalmente en 1996 se llega a los Acuerdos de Paz que ponen fin a la guerra civil que sacudió a Guatemala entre 1960-1996. El balance: 200.000 asesinados, 45.000 desaparecidos, un millón de desplazados internos y 400.000 exiliados repartidos entre Méjico y Estados Unidos.

Pero los términos y los acuerdos con los que se selló la paz no se están implementando, a pesar de las pretensiones de los representantes gubernamentales por defender que se está en proceso de cumplir con ellos.

Guatemala sigue hoy marcada por las amenazas, la violencia, la muerte y la corrupción. Además se esta viviendo una crisis económica como consecuencia de la caída de los precios del café (principal producto de exportación) que afecta no solo a los productores sino también a los portadores, a lo que hay que añadir las sequías que están provocando hambrunas. Existen regiones donde los niños se mueren de hambre.

La única salida a esta crisis parece ser una reforma agraria integral que es lo que está reclamando el movimiento campesino en primera instancia. Pero sus demandas van más allá. La prioridad es defender una redistribución de la riqueza que garantice la seguridad alimentaria. Pero además reivindican un cambio más estructural, defendiendo un programa que tiene como pilares la educación, la vivienda, la salud, la equidad de género, los derechos humanos y la identidad indígena.

Sin embargo el gobierno no ha dado ninguna respuesta efectiva al movimiento campesino. Para paliar el hambre y presionar al gobierno, el movimiento campesino e indígena han ocupado más de 60 fincas. Entre ellas, aquellas que los terratenientes aprovecharon para apropiarse cuando se produjeron las migraciones forzosas de las comunidades indígenas. Otras sin embargo ya eran de propiedad privada.

El movimiento campesino-indígena sostiene y reclama que no puede ser que con la hambruna que azota el país hayan grandes extensiones de haciendas privadas que no se pongan en explotación. Es necesario este cambio en la tenencia de la tierra para poder llegar a la verdadera paz. Mientras no se produzca, la situación seguirá siendo insostenible. Actualmente el 96 % de los productores de subsistencia tienen el 20 % de la tierra agrícola mientras que el 0’15 % de los productores comerciales tienen el 70% de las tierras. Es esta desigual distribución de la tierra la causa estructural de la pobreza y de la miseria.

Por ahora esto no está sucediendo. Al contrario, la mayoría de militares en activo y retirados que tuvieron responsabilidades en los abusos que se cometieron durante la guerra siguen con el control del país desde su posición de integrantes del FRG (Frente Republicano Guatemalteco) y del PAN (Partido de Avanzada Nacional). El mismo Ríos Montt ha sido en diferentes etapas presidente del Congreso como miembro del FRG y ha pretendido optar a la presidencia del país en repetidas ocasiones (1990, 1995, 2003) cosa que no logró gracias a las restricciones que marca la constitución contra aquellos que hayan protagonizado golpes de estado. Sin embrago, en las elecciones recientemente celebradas en Guatemala, Ríos Montt ha logrado ser elegido como diputado lo que le permite acogerse al derecho de la inmunidad parlamentaria. Esto  obstaculizará los procesos abiertos en su contra por delitos de genocidio.

Efectivamente, tal como constatan Frank Larue, director del Centro de Acción Legal en Derechos Humanos (CALDH), Seda Pumpyanskaya, portavoz de Minugua (misón de Naciones Unidas en Guatemala), y la misma Comisión para el Establecimiento Histórico, hubo una política de exterminio sistemática contra la población indígena entre octubre de 1981 y 1983, es decir, los últimos seis meses del gobierno de Lucas García y el año y medio del gobierno de Ríos Montt.

Es por eso que los testimonios del documental reivindican que para que en el futuro no se cometan semejantes barbaridades impunemente y se establezcan las bases de la reconciliación en la sociedad guatemalteca, lo primero que hay que hacer es justícia.

En búsqueda de esta justicia y a pesar de las amenazas y coacciones que realizan las patrullas de autodefensa civil y el mismo ejército, 21 comunidades víctimas de las masacres, crearon la Asociación Justicia y Reconciliación (AJR) y presentaron dos demandas, en julio del 2000 contra Lucas García, y en mayo del 2001 contra Ríos Montt.

Pero se enfrentan a un elemento que denuncia Susana Villagrán, representante de la Organización de Estados Americanos (OEA): la existencia de una impunidad estructural en el sistema de justicia guatemalteco que afecta gravemente la vigencia del estado de derecho.

Es en este sentido que Roberto Carretón, Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas en América Latina, reivindica que la gran medida que hay que tomar se llama pérdida de la impunidad, es decir, juicio y castigo a los culpables.  Vaticina que si esto no sucede, ahí está el germen de la futura violencia.
Esta advertencia es ratificada por Juan Gaspar, representante de las Comunidades de Población en Resistencia (CPR) en Ixcan, que pide ayuda a la comunidad internacional para tutelar el proceso de democratización y de justicia en el país. Si esta cobertura no tiene lugar, piensa que la situación se va a repetir.

Parece que los primeros síntomas en esta dirección ya se han producido. Su compañera Efraína Camposeco advierte que se esta volviendo a vivir una situación parecida a la de principios de los ochenta, la gente aparece muerta y no se sabe que es lo que ha pasado…

Otro caso que se relató fue la revuelta que se produjo en OAXACA, del que hizo un emotivo y conmovedor testimonio CLARA MORALES, comunicadora de OJO DE AGUA COMUNICACIÓN que complementó su exposición con el visionado del documental La revolución de las oaxaqueñas,  producido por el Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxacpa AC y la televisión comunitaria MAL DE OJO.  El 14 de junio del 2006 el gobernador Ulises Ruiz Ortega reprime un plantón magisterial instalado en el centro de la capital que estaba pidiendo mejoras salariales. Esta violenta respuesta por parte del gobierno, que alcanza también al pueblo llano, despierta al resto de actores sociales que, cansados de la corrupción y de la injusticia que impera en Oaxaca, deciden solidarizarse con los maestros.

Comienza una rebelión popular que se organiza a través de las asambleas populares donde se aglutinan las demandas de campesinos, sindicatos, pueblos indígenas, y de las colonias oaxaqueñas. Se empieza a reclamar cambios estructurales en la sociedad, justícia y el fin de la tiranía de Ulises Ruiz y de las oligarquías que lo apoyan. Además, mujeres de diferentes edades y extracción social empiezan a participar activamente dentro del movimiento social: ya no solo se encargan de hacer la comida o de curar a los heridos si no que asisten a las reuniones, pronuncian mítines, construyen barricadas y participan en la toma de decisiones.

A medida que el conflicto avanza, con un gobierno que se había enrocado en una posición de fuerza con detenciones, y infiltrados (que provocan los primeros conatos de violencia para poder justificar la represión y estereotipar a los manifestantes como salvajes) y con el control exhaustivo de la información que se proporciona a través de las radios y televisiones, el movimiento parece decaer.

Es entonces que 20.000 mujeres realizan la marcha del 1 de agosto para pedir un espacio en Canal 9 donde poder exponer la realidad que se estaba escondiendo. Ante la negativa del gobierno, las mujeres tomaron las instalaciones de dicha televisión e hicieron un llamamiento a la unidad del pueblo de Oaxaca para derrocar al gobernador.

Así se llegó a la creación de la Coordinadora de Mujeres Oaxaqueñas (COMO), que participa en la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). El objetivo de la COMO son la construcción de una democracia participativa y la equidad de género. Su estrategia, acabar con los roles de género y la forma de relacionarse entre hombres y mujeres, que son unas relaciones de opresor-oprimido y que se repiten en todas las estructuras del estado. 

Desean lograr primero este cambio para que la transformación social sea más profunda. La  tensión en Oaxaca  persiste. Por el camino muchos opositores han perdido la vida.

LETICIA PÉREZ, comunicadora Tzotzil del Centro Estratal de Lenguas, Arte y Literatura Indígenas (CELALI) de Chiapas (Méjico) quiso dejar claro que las culturas son dinámicas y cambiantes y que no por usar las nuevas tecnologías los pueblos indígenas pierden parte de su identidad. Los objetivos de la CELALI son la promoción y el desarrollo de las culturas indígenas para ayudar en la construcción de puentes de diálogo dentro de la sociedad multicultural mejicana, para lo que desarrollan tres programas radiofónicos bilingües.

Leticia Pérez resaltó que la mirada del otro sobre los pueblos indígenas se ha centrado en la tradición y el folklore. Pero la realidad indígena es mucho más compleja y el vídeo ha servido para registrarla. La ponente hizo una analogía entre la cámara y el machete en el sentido que el vídeo puede constituir una arma de defensa en situaciones de conflicto.

Y añadió un nuevo aspecto, que es la discriminación de género en el sentido que la mujer ha estado apartada de la producción audiovisual, que ha estado monopolizado por hombres.

Siguió por este camino JULIANA JULAJUJ, coordinadora del Centro de Mujeres Comunicadoras Mayas Nutzij, del departamento de Sololá (Guatemala), creado en 1997 y cuyo proyecto es impulsar y promover el desarrollo y acceso tecnológico de las mujeres, tanto indígenas como no indígenas, y la formación y capacitación de liderezas como estrategia encaminada a crear espacios de partcipación para la mujer y reducir los déficits que existen en relación a la equidad de género.
 
En este ámbito temático se visionó el documental Rebeldías y Esperanzas (30 min), dirigido por Marcelina Cárdenas y Nicolás Ipamo y producido por CEFREC-CAIB. Se trata de la historia común de dos mujeres indígenas: Marcela, del pueblo Chiquitano (Santa Cruz) y Ana, del pueblo Quechua (Potosí). Ambas reflejan a su manera las experiencias de una triple discriminación (por ser pobres, por ser indígenas y por ser mujeres) y sus luchas por superar la discriminación y salir adelante en una sociedad llena de prejuicios.

 

3) Abrir puentes de diálogo con otros pueblos y culturas.

Voces del Sahara, realizada por Javier Pérez y Jesús Álvarez y producida por La Salamandra (2005, 59 minutos), constituye un claro distanciamiento del eurocentrismo y refleja la mirada de dos mejicanos sobre el pueblo Saharaui narrando su exilio de más de 30 años, su lucha en el frente y en los territorios ocupados, la vida de sus mujeres al frente de instituciones de salud, educación, los medios, la administración publica y el hogar, además de sus jóvenes y niños que estudian y viajan por el mundo sin que sus espíritus, cuerpos y mentes flaqueen. Todo lo contrario: se alimentan de la alegría que genera la ceremonia del té, en la que se "bebe el tiempo a sorbitos", así como la música y danza tradicional.

 

SERGI VIDAL es licenciado en Historia Contemporánea por la Universidad de Barcelona
 y prepara su tesis doctoral sobre Leonard Peltier.