Emigrantes internacionales
La ONU define un emigrante internacional como “cualquier persona que cambia su país de residencia habitual.” Un país de residencia habitual es definido como “el país en el cual una persona vive, es decir, el país en el cual la persona tiene un lugar para vivir, donde normalmente pasa el período diario de descanso”.
(Naciones Unidas, 1998)
The Immigrant (1917), de Charlie Chaplin, narra por primera vez en la gran pantalla una historia sobre inmigrantes. Esta película del cine mudo, de apenas 26 minutos de duración, relata la historia de Charlie Chaplin como un inmigrante europeo embarcado rumbo a América. Enmarcada en una historia de amor, la película describe una realidad social: la llegada de inmigrantes europeos a la isla de Ellis, su desembarco y su situación continuada de miseria en las calles de Nueva York, o lo que es lo mismo, la realidad del inmigrante recién llegado. Es, en el fondo, una historia conocedora de la realidad de su tiempo, que queda suavizada desde la óptica de la comedia y el romance, y donde al final, el amor es capaz de vencer las más arduas condiciones sociales. Así pues, podríamos considerarla como una pionera en un cine que se da cuenta de la situación de pobreza e ilusiones con las que los inmigrantes llegan a otro país, buscando una salida mejor a la situación de desamparo e inestabilidad económica y social que dejan atrás. The immigrant relata una historia de supervivencia y amor en la tierra prometida y que, a pesar de haber alcanzado la meta, el inmigrante sigue siendo pobre, es maltratado por las autoridades portuarias a su llegada, y al cual le sigue siendo casi imposible el pertenecer a la nueva maquinaria social.
La inmigración es sin duda uno de los grandes temas socio-económicos de nuestro siglo. Xavier Batalla en su editorial Migración global (Vanguardia Dossier Inmigrantes 2006) afirma que “Las migraciones han sido necesarias para la humanidad desde tiempos antiguos, pero las que se registran a principios del siglo XXI no tienen precedentes. Las migraciones internacionales se han mundializado, aunque, en un planeta crecientemente globalizado, la movilidad de las personas esté severamente restringida”. El cine español ha reconocido esta nueva realidad social emergente y la ha tratado en sus pantallas desde un punto de vista de un país que le cuesta aceptar al “otro”. Es, sin duda alguna, un tema candente en la actualidad española y el reconocimiento de esta preocupación social se manifiesta en diferentes ámbitos sociales, desde debates políticos, leyes, a la expresión de la cultura. Por ejemplo, en el último festival internacional de cine de Donostia-San Sebastián, en agosto del 2006, se presentaba todo un ciclo de películas -tanto internacionales como nacionales- sobre el cine de la inmigración. Evidentemente, la industria del cine se ha interesado por esta realidad social desde diferentes períodos históricos y perspectivas ideológicas, dado que los filmes construyen poderosas historias e imágenes de estas experiencias colectivas o dramas individuales.
Este trabajo se centra en estudiar el lenguaje, o los mecanismos lingüísticos en los que se engloba la experiencia migratoria en el discurso fílmico. El uso del lenguaje en ciertos contextos actúa de espejo de cómo la sociedad piensa, construye o imagina experiencias. El cineasta define un mundo concreto –el de la llegada del inmigrante y su inmediata inmersión socio-cultural en “el otro mundo”, captando a través de imágenes y palabras, la esencia del “ser inmigrante” y de lo que se imagina es la interacción lingüística que se produce en la interacción por primera con esa nueva y ajena sociedad, y como ésta reacciona ante una situación inédita e incipiente. Temas como el racismo, el trabajo, la lucha por sobrevivir, la expulsión y el retorno –como un peregrinaje en busca del mito de “una vida mejor” , la legalización, las barreras lingüísticas y culturales, etc. quedan encapsulados en un discurso lingüístico concreto: el discurso del rechazo y del miedo al que o a lo que es diferente. En el fondo queda el tema del sufrimiento humano en esta odisea particular de lo que se piensa es “la búsqueda del paraíso imaginado” y la mejora del nivel económico. Se propondrá un análisis que examine divergencias, similitudes y formas de entender la representación de un universo ideológico, cultural y social donde el discurso de la inmigración y la experiencia individual del inmigrante convergen y cómo este discurso cumple o tiene implicaciones en la finalidad de la trama fílmica al reflejar ésta una realidad social con la que el espectador puede llegar a identificarse directa o indirectamente.
Analizamos dos películas españolas emblemáticas de los años 90 porque enmarcan por primera vez la cuestión de la inmigración en España. Son, por tanto, películas precursoras en mostrar en la gran pantalla el tema de “la conquista del paraíso económico” desde el punto de vista del choque entre dos culturas o maneras de entender la vida. Estas películas son: Las cartas de Alou (1990) de Montxo Armendáriz, y Bwana (1996) de Imanol Uribe –ambas obtuvieron una Concha de Oro en el Festival de Cine de San Sebastián.