Afortunadamente gracias al trabajo de diversos investigadores, va en aumento el número de profesores que suelen tener presentes las amplias posibilidades que les ofrece cualquier película. El Séptimo Arte, como elemento artístico, ha cumplido y cumple funciones propagandísticas y de reflejo de una época. Pero para estudiar y analizar una película se requiere una metodología distinta a la de la fuente escrita. Del mismo modo que con otros medios de aprendizaje, lo principal es tener una actitud crítica y abierta a las posibilidades que ofrece el cinematógrafo: es cuestión de adquirir unos conocimientos de la misma manera que se lee un documento o se interpreta una gráfica o un mapa. El Cine no es mejor ni peor que otras fuentes, sino simplemente diferente, pero cuantas más alternativas tengamos más interpretaciones dispondremos para estudiar e investigar sobre un aspecto concreto de la historia.
Hoy los estudiantes de la Enseñanza Secundaria viven en un mundo en el que el campo audiovisual ocupa un lugar preeminente. Aprovechando esta coyuntura, todos los sectores implicados -desde los profesores hasta las autoridades gubernativas, pasando por los padres o tutores-, hemos de resaltar los valores educativos y culturales del Cine y no verlo como un simple entretenimiento. Para empezar debe formarse al profesorado capaz de impartir esta enseñanza y dotar a los centros docentes de los medios y condiciones necesarios. Después vendrá la elaboración de materiales pedagógicos centrados en el alumnado. Así podremos realizar un comentario y trabajo de un filme en el aula consiguiendo alcanzar unos determinados objetivos señalados en la programación.

Los artículos que forman la parte central de este número de la revista se dirigen principalmente a los profesores que tengan la inquietud de trabajar con los alumnos este tipo de material en sus clases, principalmente de las Ciencias Sociales. No son una mera teoría, sino que también son prácticos ya que están redactados por personas que utilizan el Cine en sus tareas docentes. Arthur Vesiani comenta la utilización de los recursos audiovisuales como elemento didáctico para la enseñanza de la Historia como objeto de comprensión, análisis e interpretación en la clase. Todo ello conlleva un trabajo previo por parte del docente. Esther Sàez Sagarra expone un posible modelo de guía didáctica centrado en tres apartados: presentación técnico-artística de la película; presentación didáctica; y un cuaderno de trabajo. La profesora Sàez lo aplica a un caso particular: Garage Olimpo (Desaparecidos) (Marco Bechis, 1999) sobre la desaparición de personas en la última Dictadura militar en Argentina. Por su parte, Anna Maria Gaya selecciona Los rebeldes del Swing (Thomas Carter, 1993) para analizar la Alemania nazi a través de las vivencias de un grupo de adolescentes que ven su vida alterada tras la subida de Adolf Hitler al poder. Finalmente, Isabel Ballestero y Tina Merino estudian con Germinal (Claude Berry, 1994) la organización de los obreros ante las consecuencias de la industrialización en la segunda mitad del siglo XIX en una zona minera francesa.

Agradecemos desde estas líneas a todos los profesores, pero en especial a los de Educación Secundaria Obligatoria, que han hecho estos trabajos. Si uno es docente en un instituto y quiere dedicarse a la investigación, se encuentra con diversas dificultades: tiempo, coordinación, incompresión, económicas... La estructuración de la ESO incompatibiliza la docencia (que requiere una gran -y poco reconocida- dedicación) con la investigación, labor ésta tan necesaria como urgente. Los docentes de este nivel no son simples transmisores de conocimientos, sino que también suministran nuevas posibilidades de investigación y acción didácticas. Un ejemplo lo encontramos en las siguientes páginas.

NOTA: Ya está compilado el CD-ROM del volumen XII (2002). Adquisiciones: filmhist@trivium.gh.ub.es