Juan José Muñoz García, profesor de Periodismo, Comunicación Audiovisual y Publicidad en el Centro Universitario Villanueva, adscrito a la Universidad Complutense de Madrid, desarrolla en su obra Cine y misterio humano los fundamentos de una interesante disciplina que, recientemente, ha comenzado a gozar de cierta personalidad propia en el contexto de los estudios universitarios ligados a la comunicación audiovisual: la antro-pología del cine.

Dirigido tanto a los estudiantes de esta materia como al público cinéfilo en general, Cine y misterio humano presenta una indagación sobre las diferentes concepciones del hombre y de la mujer que han tenido cabida en el Séptimo Arte. Al relacionar estos tipos conceptuales que ha alumbrado la historia del cine con aquellos que las diferentes culturas han ido elaborando a lo largo de la historia de la humanidad, Juan José Muñoz pretende ofrecer unos criterios elementales que permitan al lector analizar un film de acuerdo a lo que implicaría la búsqueda de unos contenidos concretos; unos contenidos que son los tópicos de la Antropología Filosófica, en un sentido general: ser humano, vida, inteligencia, sentimiento, felicidad, trascendencia…

La metodología empleada por Juan José Muñoz en Cine y misterio humano es la de la progresión en espiral. Se trata de un método en el que los conceptos barajados van reapareciendo a lo largo de los sucesivos capítulos del libro, en diferentes niveles de profundidad y aplicados a las diferentes dimensiones del ser humano. Esta forma de expresión adoptada por el autor permite que sea factible la lectura independiente de cada uno de los capítulos, pues cada unidad contiene de algún modo todas las ideas centrales de la obra. De todos modos, sólo la lectura completa del libro permite hacerse una idea del alcance de la propuesta del autor. Una propuesta innovadora, al menos en el contexto de ciertos estudios universitarios, que queda perfectamente plasmada en la cita del filósofo Julián Marías -discípulo de José Ortega y Gasset- que aparece al comienzo del libro: la gran potencia educadora de nuestro tiempo es, sin duda, el cine


Estructurado en función de las críticas que Juan José Muñoz realiza de más de una treintena de films, de diferentes géneros y predominantemente de producción norteamericana (Ciudadano Kane, 2001, Blade Runner, Matrix, etc.), aunque también con dos propuestas españolas (Tesis y Solas) e (Hamlet y Lo que queda del día) y una de italiana (La vida es bella), Cine y misterio humano intenta demostrar a lo largo de los diez capítulos que integran el libro que el cine ofrece un abanico de diferentes tipos existenciales que, en cualquier caso, no sólo nos facilitan unos datos directos acerca de los personajes que tejen el argumento del film, sino que también reflejan una serie de influencias históricas, sociales, culturales, políticas o religiosas, del cineasta o de su contexto.

Es en este aspecto en el que la propuesta de Juan José Muñoz queda condicionada en mayor medida, pues el hecho de que más del noventa por ciento de los films analizados sean de producción estadounidense limita ostensiblemente el marco geográfico, histórico, social y político de los tipos existenciales que en ellos se muestran, desde el punto de vista de la diversidad antropológica que requiere un estudio riguroso. La elección de los films queda justificada por el deseo del autor de centrar su programa docente en películas que reunan ciertos criterios mínimos de calidad, pero también -y no le otorga menos importancia que hayan obtenido cierto nivel de difusión comercial. Restan inéditas en la obra, debido a la adopción de este criterio por parte del autor, cinemetografías antropológicamente tan ricas y con tantas posibilidades como la india, la francesa, la alemana, la escandinava, la iraní, etc

"Se puede decir que una película es una visión condensada sobre la persona humana; por eso puede considerarse el cine como el principal antropólogo de nuestros días", afirma Juan José Muñoz haciendo referencia a las grandes posibilidades que el registro de la imagen en movimiento pone al servicio de los distintos estudios pertenecientes a las Humanidades y, en concreto, al servicio de la antropología. No se puede obviar el valor que tienen hoy ciertas imágenes del pasado -hablaríamos de ciertos documentales históricos, por ejemplo y del que las imágenes del presente, ya sean documentales o de ficción, tendrán para el futuro.

Aunque, sin necesidad de apelar al futuro, ya hoy en día van apareciendo propuestas cada vez más interesantes en torno a la relación Cine-Humanidades, como lo demuestra el hecho de que la Universidad Complutense haya dedicado un espacio importante en los cursos de verano de 2003 a la propuesta Cine y pensamiento: el ensayo fílmico, avalada por el profesor de Teoría e Historia del Cine Moderno de la Universidad Pompeu Fabra, Domènec Font, y que contó con la destacada participación del cineasta José Luis Guerín, del catedrático de Comunicación Audiovisual de la Universidad del País Vasco Santos Zunzunegui y del catedrático de Filosofía de la Universidad de Barcelona Miquel Morey, entre otros.

 


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