LA CRISIS DEL IMPERIO ROMANO
SEGÚN DREAMWORKS


ALBERTO PRIETO

 


"Nadie pide fidelidad histórica, tan solo la justa para apoyar la credibilidad de una película que ha elegido Roma…para sustentar la narración. No estoy exigiendo la historicidad del film sino su credibilidad… Por ahí se camina hacia el analfabetismo, pero allá cada cual y peor para todos." 1

Estas duras palabras sobre Gladiator reflejan perfectamente el actual retorno del peplum que se podría englobar en el futuro papel que se le asigna a la Historia, que en lugar de constituir el recuerdo vivo del pasado para que sirva de enseñanza para el presente, aquí se presenta lo irreal (Máximo y su mundo) como una realidad dentro de un pobre mensaje, exclusivamente virtual, que ha conseguido El crimen perfecto 2 , el fin de la realidad, el fin la Historia, la imposibilidad de que los últimos siglos del Imperio romano de Occidente siga constituyendo una edificante y constructiva reflexión del pasado desde cada presente.
La película ha sido descrita como un spaguetti-western 3 , un film hueco 4 o la enésima recuperación por parte de Spielberg del cine que veía siendo niño, pasado por el filtro esteticista característico de Ridley Scott .5


Se trata de un guión fabricado por la productora DreamWorks que, como todas sus realizaciones son siempre elaboradas de una forma semejante. Además, la puesta en escena del director elegido por esta firma es muy tosca, ya que, en realidad, sólo pretende sorprender al espectador con los efectos visuales, pese a que en la propaganda se le prometan más cosas. En realidad, el director sólo se limita a ofrecer una metafísica barata en la línea de otros films suyos como Alien o Blade Runner . 6
Junto a estas duras reseñas, se escribieron otras más benévolas como la de José Parera, quién llega a poner por escrito que "ha tenido que ser Gladiator la producción que le ha devuelto a donde sin lugar a dudas merece estar: en el Olimpo de los realizadores contemporáneos" . 7
Hasta aquí he presentado algunos comentarios generales para que el lector comprenda que mi punto de vista no es sólo el de un historiador antiguo molesto por una película que, aunque presume de referirse a la antigüedad, en el fondo, en su presentación habría que repetir aquellas palabras de que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. 8
Si para Ridley Scott la contemplación del cuadro de Gèrôme, Pulgar hacia abajo (Pollice verso, 1872), como veremos más adelante, fue la clave para realizar la película, esta actitud es también la clave para nosotros ya que el mismo Scott que venía del mundo de la imagen y la publicidad, diría que lo visual era lo más importante para él .9
Llegamos así a sostener la hipótesis de que la forma, lo visual, ha constituido lo primordial en la obra de este director 10, y precisamente la imagen-símbolo11 de la película se puede condensar en unas palabras de Cómodo: "Proporcionaré al pueblo una nueva imagen de Roma, una imagen más espectacular…¡Les proporcionaré la imagen más maravillosa de su vida!" . 12
Se ha dicho que el guión está influenciado por una serie de películas, La caída del Imperio Romano, Espartaco, Barrabás, Ben-Hur e incluso, yo diría que ciertos tics de Cómodo se inspiran en la del emperador Calígula en la televisiva serie Yo Claudio . 13
Pero como suele ocurrir, la copia se aleja del modelo e incluso hace añorar aún más los originales.
Aunque el mismo director se defendiera de sus anacronismos y llegara a decir que se basaba en "historia, historia, historia"14 , lo malo o, si se quiere, lo maniqueo es que se quiera enseñar, al público, una historia de Roma alejada de lo que realmente ocurrió, no solo por los datos, sino sobre todo por la moraleja 15 y eso no tiene nombre, o mejor, tiene un único nombre, el engaño, eso sí envuelto en otra realidad, que sólo es realidad en el terreno de lo virtual, como decíamos antes, se ha eliminado la historia de una forma silenciosa y se ha realizado el crimen perfecto, sin juicio y sin ningún rubor.


Del Espartaco de Kubrich se han tomados diversas ideas, el gladiador líder que lucha contra la tiranía, el gladiador negro que lo acompaña, la presencia del anacrónico senador popular Graco, el tratante de esclavos y propietario de una escuela de gladiadores, etc.
Pero mientras Espartaco luchaba contra la tiranía del Estado romano con el objetivo de recuperar la libertad y moriría en el empeño, Máximo sólo combate para vengar la muerte de su familia y una vez cumplida esta meta, únicamente ansía morir para reunirse, en la otra vida, de nuevo con ellos, ya que sólo así sería libre16 . Lo mismo sucede con la actitud de Juba, el gladiador negro, en lugar de la de su homónimo (Draba) en el film de Kubrick, que muere tras intentar matar a Craso. La presencia de negros en la sociedad romana no era habitual y se trataba (en esa película) de un personaje creado para acercar el tema a la población afroamericana, en una época en la que la lucha por sus derechos civiles era muy importante. A la inversa, es curioso señalar que el papel de Juba corresponde al mismo actor (Djimon Hounsou) que en Amistad (1997) desempeñó el de Cinquè, y que no hay que olvidar que uno de los guionistas y productor (Franzero) también lo es de Gladiator y que se trataba de otro producto descafeinado de la misma productora (DreamWorks).


A otro nivel, hay que destacar que en Espartaco, la anacrónica presencia del senador Graco (vivió en el último cuarto del siglo II a. C. y la guerra de Espartaco transcurrió entre el 73-71 a. C.) tenía su justificación en el sistema bipartidista norteamericano, mientras que en esta película aunque se diga en el guión que el ideal de Marco Aurelio era una ilusión, la muerte de Cómodo hace pensar que la vuelta a una democracia ilustrada, dirigida por senadores como Graco, fue lo que ocurrió, cuando no fue así.
Si la comparamos con la de Mann17 , es evidente que esta segunda es más fiel a las fuentes antiguas, teniendo en cuenta que, en realidad, Lucilla (que aparece en ambos films), fue desterrada a Capri, y posteriormente fue asesinada, y, que tanto el personaje de Livio como el de Máximo son ficticios y la única relación con las fuentes antiguas es bastante remota ,pudiendo haber surgido la idea en Salvio Juliano o en su hijo, que había llegado a estar al frente del ejército, quién no se dejó corromper por Cómodo (S.H.A.18 Cómodo Antonino, 3,2) y el emperador lo mandó matar (S.H.A. 4,9).
De lo que no existe ninguna duda es sobre la legitimidad de la elección de Cómodo, ya que con anterioridad había ocupado el cargo de césar y de cónsul y fue nombrado sucesor por su padre. Se podrían comentar más paralelos y detalles tanto de ésta, como de otras películas, pero me parece que estos son los fundamentales.


Acercándonos más directamente a Gladiator, quisiera referirme tanto a diversos personajes, como a diferentes escenas que necesitan algunas aclaraciones.
A pesar de las indudables influencias, que hemos ido viendo, no deja de resultar paradójico que Scott dijera que no se había inspirado en las anteriores películas de género, sino -¡tomen nota!-, "en las verdaderas fuentes"19 , ignoro, por ejemplo, qué escritor antiguo pudo escribir que Roma se fundara como una república, tal como se dice en la película.
En la batalla del comienzo de la película, aunque por respeto a la época no se utiliza la artillería, sin embargo el uso continuado del llamado fuego griego, nos lleva a pensar en la Guerra del Vietnam y los terroríficos bombardeos de napalm, y, del mismo modo, el incendio de los densos bosques y sus "bárbaros pobladores" nos trae a la memoria los conflictos bélicos del sudeste asiático en la década de los sesenta.


La música cumple evidentemente con el objetivo comercial de la película 20 , e incluso, hay que decir que nos pone los pelos de punta que en la escena de la hacienda extremeña del protagonista esté acompañada del rasguear de una guitarra que quiere ser andaluza 21. En suma, como se ha dicho "es una de las peores músicas de films de "romanos" que hemos oído en la vida" .22
En resumen, conviene recordar que el punto de arranque de la película nació de un cuadro de Gèrôme 23, una reproducción del cual le fue mostrado por los productores a Ridley Scott y sirvió para convencerle de rodar una película que, teniendo como eje el anfiteatro (que no era lo mismo que el circo) "mostrara al Imperio romano en toda su gloria y depravación"24. Así, partiendo de una imagen pictórica, que no histórica, realizada en el siglo XIX, se describe y moraliza sobre una importante fase de la historia romana, que ya no se parece en nada a la realidad debido a que el escenario se ha reducido a un juego de espejos que reflejan cosas diversas, que aunque se presentan como ciertas, cada vez se parecen menos a la realidad .25
Para acabar, me quedan dos dudas: ¿Cómo se explica la presencia, en Emérita Augusta (Mérida), de comerciantes de esclavos norteafricanos a fines del siglo II después de Cristo?, y ¿en dónde estuvo ubicada la provincia romana de Zucchabar?
Finalmente, la figura del emperador filósofo hay que entenderla en un doble prisma contradictorio, ya que como primer ciudadano no ponía en dudas el orden social existente, pero al mismo tiempo se vería obligado a eludirlo para alcanzar su equilibrio espiritual 26 que pasaba por una total resignación y conformidad con el presente, pero mucho más vinculado a su vida en la tierra, dispuesto a concluirla "alegremente, como la aceituna que llegada a la sazón, caería elogiando a la tierra que la llevó a la vida y dando gracias al árbol que la produjo" (M. Aurelio, Meditaciones, IV, 48), frente a ello, en el tema final de la película, sólo se resalta la idea de que la única liberación del hombre se consigue tras la muerte 27, como se puede deducir de su mismo título Now we are free.

 

ALBERTO PRIETO es Catedrático de Historia Antigua en la Universidad Autónoma de Barcelona, miembro del consejo de redacción de L'Avenç y del Group International de la Recherche de l'Esclavage Ancienne. Es autor de El fin del Imperio Romano y Director del equipo de investigación sobre la reconstrucción de los territorios antiguos.

e-mail: alberto.prieto@uab.es



NOTAS Y REFERENCIAS:

 

1. GUELBENZU, J. M. El País, 26 de junio de 2000, p. 48.


2. Cfr. BAUDRILLARD, J. El crimen perfecto. Barcelona: Anagrama, 1996.


3. PALACIOS, J. Nuevo Fotogramas, LII, No. 1880, junio 2000, p. 15.


4.
FERNÁNDEZ SANTOS, J. El País, 21 de mayo de 2000, Suplemento "El Espectador", p. 3.


5. FERNANDEZ VALENTÍ, T. "Ridley Scott y el "cine de romanos", Dirigido, 291, junio 2000, p. 32.


6. CHOVIN, J. S. "Gladiator", Cahiers du Cinéma, 547, juillet 2000, p. 75.


7. PARERA, J. "Gladiator", Imágenes de actualidad, mayo 2000, p. 50.


8. Dicho así se puede prestar a equívoco y hay que recordar que el pasado no se puede resucitar, así la versión cinematográfica debe ser ficticia para ser veraz, pero no como se hace en Gladiator. Sobre ello, cfr. También ROSENTONE, R. A. El pasado en imágenes. El desafío del cine a nuestra idea de la Historia. Barcelona: Ariel, 1997, pp. 43-60.

9. PEREA, J. M. Ridley Scott. Madrid, 1992, p. 11.

10. SAMMON, P. M. Ridley Scott. London, 1999, p. 132.


11. M.GAROFALO, M. "Il gladiatore", Segno Film, Vol. 20, núm. 104, luglio-agosto 2000, p. 49.


12. GRAM, D. Los que van a morir te saludan. Gladiator. Punto de Lectura, 2000, p. 145.


13. No hay que olvidar la insinuación de Tácito (Annales VI, 46, 4)de que Tiberio fue asesinado por Calígula, dato que posiblemente pudo influir en la tradición que sin muchos datos, afirma que Marco Aurelio fue asesinado por su hijo.


14. SARTORI, B. "Gladiator. Ridley Scott monta el circo", El Cultural, 29 marzo 2000, p. 51.


15. En este sentido no comparto la idea de fondo que alienta el editorial de La aventura de la Historia, 23, septiembre 2000, p. 3, ya que induce al lector a seguir creyendo en tópicos alimentados por las novelas históricas escritas en la misma época en la que Gèrôme pintaba su cuadro. Frente a ello sería conveniente comprenderlos como reflejo de una realidad mas profunda. Cfr. R. TEJA, R. Espectáculos y deportes en la Roma antigua. Madrid, 1996, p. 59


16. D.GRAM, Op .cit. "Lo que es más importante es que todos los amados muertos regresen a vosotros, como vosotros regreséis a ellos" (p.48), "¿Crees que te reencontrarás con ellas..cuando mueras?, preguntó Máximo. Eso creo, respondió Juba (p. 154); además, hay que recordar que precisamente la banda sonora Now we are free, implica de hecho esta misma idea, que ha sido bautizada como estilo Titanic.
Cfr. "Decline and brawl", Sight and Sound, 10, june 2000, p. 35.


17. A esta película le he dedicado dos trabajos, por lo que no me referiré de nuevo con detalle a lo que he escrito: "Romanos y bárbaros en el cine", DUPLÁ, A.; IRIARTE, A. (eds.) El cine y el mundo antiguo. Bilbao: Universidad del País Vasco, 1990, pp. 41-67; y PRIETO, A. El fin del Imperio Romano. Madrid: Síntesis, 1991, pp. 127-136.


18. Escritores Historia Augusta.


19. Entrevista en Imágenes de la actualidad, mayo 2000, p. 56.


20. La elección de Hans Zimmer, aparte de su cargo como director musical de la Dreemworks, quizás pudo influir su colaboración en los vídeos realizados por The Times Atlas of World History.


21. MANRIQUE, D. A. "Gladiator", El País, 25 de junio de 2000, suplemento "El Espectador", p. 12.


22. PADROL, J. "Gladiator", Dirigido, 292, julio-agosto 2000, p. 69.


23. Sobre el cuadro, su título y la inspiración del artista, cfr. M.ACKERMAN, G. Les orientalistes. Jean-Léon Gérôme, París, 1986, pp. 92-99, 974 y 232.


24. Ficha núm. 467, 19-5-2000, cines Icària-Yelmo (Barcelona).


25. BAUDRILLARD, J. Op. cit., p 202.


26. PUENTE OJEA, G. Ideología e Historia. El fenómeno estoico en la sociedad antigua. Madrid, 1974, pp. 237 y ss.


27. PICCARDI, A. "Il gladiatore di Ridley Scott", Cineforum, Vol. 40, núm. 6, luglio 2000, p. 9.